Chile
El Chiringuito de Pedrerol: Por los suelos
La carrera de Robben a falta de diez minutos para el final, él solo contra un equipo hundido física y mentalmente, simbolizó la gran diferencia entre esta España y la campeona del mundo en Suráfrica. Fue la venganza del delantero holandés. Iker pudo con él en aquel glorioso mano a mano hace cuatro años, pero ayer terminó por los suelos ante los amagos con los que le humilló su viejo conocido antes de hacer el quinto gol de Holanda. Robben tenía a Iker en la cabeza y el portero español, que tuvo una noche para olvidar y cantó en tres goles, terminó a sus pies. Hay partidos que marcan trayectorias para bien, para la gloria, pero también otros que manchan una carrera. Iker no es el mismo, ya no hace milagros. Y en la retina de los aficionados, sus graves errores de ayer se suman a sus dos malísimas salidas en la final de «Champions» en la que terminó salvándole Ramos.
¡A Curitiba!
Lo de España ayer en Salvador de Bahía fue un ridículo mundial. No se puede deslucir así la estrella que tanto costó ganar. Un equipo muerto, que preparó su debut mundialista en Curitiba, en pleno invierno a diez grados, mientras la selección «oranje» se preparaba en la playa a la temperatura del partido. Ya vengo avisando desde hace días de que el plan de preparación de Del Bosque tenía sus riesgos. Por cierto, vaya baño táctico le dio Louis Van Gaal, un grandísimo entrenador donde los haya. A ver quién le levanta la moral ahora a los futbolistas de España tras este desastre. Porque la derrota de ayer no es normal, y exige un entrenador con mucho carácter, con la personalidad que tenía el recordado Luis Aragonés. Vamos a ver cómo se sale de este laberinto.
Reflexión... y Chile
Toca más que nunca reflexionar sobre todas las cosas que se han hecho mal estos días para intentar enderezar la situación. Es cierto que no está todo perdido, el ejemplo es el Mundial anterior, donde se empezó cayendo con Suiza. Pero ahora llega Chile y no hay margen para el error. Ante la correosa selección andina hará falta una revolución en toda regla: física, táctica, mental y hasta en la alineación.
Costa dio la nota
El partido ya me dio mala espina desde que apareció Diego Costa bostezando durante el calentamiento. ¡Jugaron empanados! El hispano brasileño hizo un buen partido, pero hay que pedirle un mayor compromiso con los valores de España, con esos que tantas veces ha pregonado Del Bosque, muchas de ellas para atacar sibilinamente a otros colegas. Deportividad, que sea un ejemplo y que muestre más respeto al público y a los rivales. Y Diego Costa no tuvo nada de eso. Mandó callar a la grada con un gesto muy feo, escupió al suelo con desprecio, dio un lamentable cabezazo a un rival y se tiró a la piscina en el penalti del único gol que marcó la Selección. Por eso y por mucho menos, Arbeloa ha tenido que ver el Mundial por televisión. Así no. Hay que españolizar a Costa, no «costalizar» a España.
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