Madrid
El Madrid vuelve a casa
Exhibición del equipo de Ancelotti en campo del Bayern de Guardiola
Otra barrera derribada, otro mito caído. Otra final de Liga de Campeones. El Madrid volvió ayer a su casa, al lugar que le ha hecho grande, que tanto ha echado de menos durante estos doce años, que tan lejos lo vio en algunas temporada, tan cerca las tres últimas. Fue ayer, en el campo del Bayern, del campeón de Europa y ganador ya de la Bundesliga. Del equipo de Guardiola. El enemigo histórico y el enemigo de los últimos años. Con ambos pudo un Madrid espectacular. Serio, bueno, concentrado. Un equipo que tiene velocidad y, sobre todo, fútbol, que ha dado lo mejor de sí en los momentos fundamentales. Ayer, por fin, mandó al limbo el último fantasma. Tanto esfuerzo persiguiendo al Barcelona y a Guardiola, algunos días de impotencia, y esta temporada ha resuelto todas sus deudas pendientes. El Barça está en proceso de reconstrucción y Guardiola sufrió ayer su derrota más dura, la que va a hacer, quizá por primera vez en su carrera de entrenador, crecer las dudas sobre su estilo. Dice Ancelotti que en este deporte no hay verdades absolutas. Ayer lo demostró.
El Madrid hizo el partido de la temporada en el momento clave de la temporada. Todo fenomenal: atacar, defender, correr, colocarse. Fue un grupo convencido de su fortaleza y de su calidad. Unos jugadores que sabían que había llegado su momento cuando el sorteo les emparejó con el Bayern y por el madridismo corrió un escalofrío de pesimismo. Frente a todo se ha rehecho el conjunto de Ancelotti. Se ha adaptado a cómo había que jugar, tanto en el Bernabéu, donde resistió y mató en rápidas salidas, como ayer, en el Allianz Arena, que no fue terrible en ningún momento y donde el equipo español se plantó unos metros más adelante, impidió el fútbol del Bayern, que nunca supo como afrontarlo, y llegó arriba con claridad y suficiencia.
Antes del primer minuto, amenazó con la primera llegada por el lado izquierdo, como la otra vez, como si el cambio de Lahm por Rafinha no hubiese servido para nada. Fue el primer golpe, la demostración de que iba en serio, de que quiere la «Décima». El partido estaba más igualado de lo que se esperaba: el Bayern, obligado a ser espeso, a buscar centros al área en vano, inútiles y siempre defendidos bien por Pepe y por Ramos. Fue éste quien rompió el partido. Contra Osasuna hizo el gol que tanto había buscado esta temporada. Parecía que conseguía calmar su ansia. En realidad, lo que hacía era ponerse en forma para el día de ayer. Remató un córner e hizo el primero. Remató poco después una falta y el Allianz Arena se quedó en silencio, menos los 1.500 seguidores madridistas, con tanta fe como los jugadores.
El Bayern fue incapaz de reaccionar. Sin tanto toque como en la ida y sin otras soluciones. El Madrid jugó como había prometido Ancelotti, con cuatro centrocampistas, con Bale en el lado derecho, ayudando a Carvajal, en un ejemplo de lo que es este equipo. Hasta una de sus grandes estrellas, el fichaje de este año, tapó la banda, guardó el sitio cuando el canterano se atrevió a subir y secó a un deprimido Ribèry.
Nadie en el Bayern fue capaz de dar un golpe de mano ni de un gesto de rabia. El equipo no supo atacar y fue incapaz de defender bien. El Madrid le cegó, en un trabajo excelente de todos: desde Pepe y Ramos, la mejor pareja de centrales del mundo, pasando por los laterales, el trabajo del centro del campo (donde la amarilla a Xabi fue la única pena), la capacidad de Benzema para dar calma y la finalización de Cristiano Ronaldo. Antes de que acabese la primera mitad, en una contra perfecta, hizo el tercero, el décimoquinto suyo, y al final, en una falta que lanzó por debajo de la barrera, el cuarto. La gloria.
En esa segunda mitad, el Madrid se estuvo defendiendo sin problemas. Götze lo intentó una vez, Robben y Ribèry se asomaron tímidamente otra. Pero nada: era un equipo noqueado superado por el carácter del rival, por la historia que arrastra esa camiseta: es la historia de las Copas de Europa. En Lisboa, ya sí, esta vez sí: espera la «Décima.
Ficha técnica:
0 - Bayern: Neuer; Lahm, Boateng, Dante, Alaba; Schweinsteiger, Kroos; Robben, Müller (Pizarro, m.73), Ribery (Götze, m.71); y Mandzukic (Javi Martínez, m.46).
4 - Real Madrid: Iker Casillas, Carvajal, Pepe, Sergio Ramos (Varane, m.75), Coentrao, Xabi Alonso, Modric, Di María (Casemiro, m.84), Bale, Cristiano Ronaldo y Benzema (Isco, m.80).
Goles: 0-1, m.15: Sergio Ramos. 0-2, m.20: Sergio Ramos. 0-3, m.34: Cristiano Ronaldo. 0-4, m.89: Cristiano Ronaldo.
Árbitro: Pedro Proença (POR). Amonestó a Dante (17) por el Bayern Múnich; y a Xabi Alonso (38) por el Real Madrid.
Incidencias: encuentro de vuelta de las semifinales de Liga de Campeones disputado en el Allianz Arena, con 68.000 espectadores en sus gradas, 3.800 de ellos madridistas. Se guardó un emotivo minuto de silencio en memoria de Tito Vilanova y Vujadin Boskov.
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