¡Cómo cambia el fútbol cuando no apura la clasificación!. Málaga y Valencia han sufrido de lo lindo esta campaña, han viajado en los vagones de cola de la clasificación desde septiembre, han cambiado de entrenador... en definitiva, viajes paralelos y un año para olvidar. Pero llegan las últimas jornadas y la tranquilidad de la clasificación te permite liberar la mente, buscar jugadas más complicadas y, generalmente, disfrutar con el balón además de sumar puntos y agradar a tu afición. Así las cosas, ambos conjuntos saltaron al césped de La Rosaleda con ganas y con tiempo. Dominaban más los del Míchel, que tenían una deuda con su afición después de su pésimo encuentro en La Coruña, si bien las ocasiones aparecían muy de vez en cuando. Jony y el canterano Ontiveros fueron las novedades locales, es decir, juego abierto por las bandas. Sin embargo, Voro ha dotado al Valencia de una conjunción y de una confianza que no se había visto por Mestalla en mucho tiempo. Con un juego pausado, lento en ocasiones, la defensa se imponía sin dificultad al ataque local, muy errático en el último pase. Rosales lo intentó desde lejos, como Munir por parte visitante, pero sus disparos se marcharon fuera.

Mediada la primera mitad el choque entró en una fase de sopor y de interrupciones por distintos percances de Enzo Pérez y Kameni. Hasta que llegó Recio, a falta de diez minutos para el descanso, para rematar de cabeza en el segundo palo un fantástico centro desde la izquierda ante el que Alves nada pudo hacer. El gol animó a los malaguistas, que sólo cuatro minutos después aumentaron la distancia gracias a un disparo de Sandro desde fuera del área que golpeó ligeramente en un defensa y terminó en la red valencianista. Además, Garay recibió un balonazo en la cara y tuvo que dejar el campo en camilla ligeramente conmocionado. Pudo marcar el tercero Sandro al borde del descanso cuando recibió un balón en su campo, ganó por velocidad a Enzo Pérez y regateó a dos defensas, pero cuando iba a fusilar a Alves le robaron la cartera por detrás. Si llega a marcar La Rosaleda se cae. Así se llegó al descanso.

Voro leyó la cartilla a sus jugadores y despertaron tras el paso por el vestuario. Su dominio durante la segunda mitad fue evidente, con Parejo al mando de las operaciones, pero sin ocasionar ningún peligro a Kameni. Mucho control, mucho pase, pero ninguna profundidad. Todos sus ataques morían al borde al área o después de centros sin encontrar rematador. El Málaga, bien pertrechado, salió en varias ocasiones llevando más peligro hacia Alavés, que tuvo que intervenir a tiro de Sandro, un puñal toda la mañana. Tras los cambios, sin modificaciones en el marcador y varias disputas y choques entre jugadores -con Enzo Pérez y Recio en casi todas las batallas- el Valencia dominó los últimos minutos y pudo marcar. Primero fue Kameni, que le sacó un mano a mano a Mina, y después el poste, ya en el descuento, evitó el tanto visitante. No tuvo suerte el cuadro de Voro ahí, pero tampoco la mereció porque su partido fue muy discreto.

Triunfo del Málaga que prácticamente certifica la permanencia mientras el Valencia se mantiene en tierra de nadie. Míchel ha dado un giro de tuerca a este Málaga, no hay duda, porque ahora juega al fútbol, su afición disfruta y gana. Más no se puede pedir.

FICHA TÉCNICA

2 - Málaga: Kameni; Rosales, Llorente, Luis Hernández, Ricca; Ontiveros (Keko, min. 71), Recio, Camacho, Jony (Juankar, min. 58); Pablo Fornals y Sandro (Charles, min. 87).

0 - Valencia: Alves; Cancelo, Garay (Orellana, min. 44), Mangala, Lato; Medrán (Zaza, min. 75), Parejo, Enzo Pérez, S. Mina; C. Soler y Munir (Nani, min. 71).

Goles: 1-0, min. 35: Recio. 2-0, min. 39: Sandro.

Árbitro: Iglesias Villanueva, C. Gallego. Bien. Mostró tarjetas amarillas a Recio, Llorente y Juankar del Málaga y a Mangala, Parejo y Enzo Pérez del Valencia.

Incidencias: Buena entrada en La Rosaleda, con 23.089 espectadores.