Desde que Sergio Ramos se lesionó en el hombro contra el Shakhtar Donetsk el pasado 15 de septiembre la vida ha sido más complicada para él, para el Real Madrid y para la Selección. Ayer acudió a la última revisión, la definitiva parecía. Pero Sergio ha decidido esperar. Continuará con el tratamiento conservador hasta el próximo día 21, hasta que juegue contra el Barcelona. Después decidirá si se opera. El clásico lo jugará infiltrado, como ha venido haciendo hasta ahora desde que reapareció contra el Atlético de Madrid. Pero la infiltración sólo mitiga el dolor, no cura. Y a veces tampoco puede con el dolor, como se demostró el domingo en Sevilla. Le dolía y no pudo apoyarse con fuerza en la caída después de rematar de chilena el primer gol del partido. La consecuencia inmediata es que no pudo acabar el partido contra el Sevilla y que Del Bosque tuvo que convocar a Nacho para sustituirlo. «A Nacho lo trajimos cuando nadie lo conocía, eso dice todo lo que confiamos en él», asegura el técnico.

Nada nuevo. Es lo mismo que había sucedido en la anterior convocatoria y por el mismo motivo. Ramos se infiltró para poder jugar contra el Atlético y después no pudo acudir a la llamada del seleccionador. Una situación que incomoda al central, siempre dispuesto a vestir el escudo de la Roja. La situación preocupa también en el cuerpo técnico de la Selección, que no anda sobrado de centrales «convocables». Las lesiones están dificultando el trabajo de Del Bosque desde que comenzó la temporada. Sólo en la primera convocatoria ha podido elegir a los internacionales que se iban a enfrentar a Eslovaquia y Macedonia. Y aquella, además, era casi una herencia del curso anterior. Estaba, por ejemplo, Vitolo, pero las opciones del jugador del Sevilla han sido devoradas por Nolito. «No se ha pasado el tiempo de Jesús Navas ni el de Vitolo», decía el seleccionador el viernes al anunciar la lista. «Los tenemos a todos en cuenta, pero hay espacio limitado», añadía.

En las últimas convocatorias las ausencias impiden a Del Bosque trabajar con los jugadores que deben servir de base para defender el título europeo el próximo verano en Francia. Después de dar la última lista, además de sin Ramos, se ha quedado sin Juanfran, otro de los indiscutibles. Antes, ya había tenido que prescindir de Silva y de Carvajal. El madridista ya se había perdido los últimos encuentros ante Eslovaquia y Ucrania después de que el seleccionador hubiera anunciado la lista de convocados. Lo sustituyó Mario, que marcó el gol de la victoria en su debut en Ucrania. A esa convocatoria tampoco acudieron Bruno, el centrocampista del Villarreal, e ñIñigo Martínez. Los dos regresaban después de mucho tiempo y ninguno ha vuelto a ser convocado por Del Bosque en esta concentración. Iniesta y Koke tampoco estuvieron en la lista inicial para esos partidos por culpa de las lesiones musculares.

El tiempo para las pruebas se le acaba a Del Bosque sin poder completar un ensayo con todo lo planeado. Los dos amistosos ante Inglaterra y Bélgica eran una buena oportunidad para conocer el estado de la Selección. Son dos de las mejores selecciones europeas del momento. Bélgica ocupa el número 1 del ranking FIFA e Inglaterra lo ha ganado todo en la clasificación para la Eurocopa. Pero los ensayos se quedarán a medias. Además, Iniesta e Isco no participaron ayer en el entrenamiento de la tarde. Saltaron al césped en zapatillas de deporte, escucharon la charla del seleccionador y se quedaron al margen. Cazorla, que no pudo terminar el partido del Arsenal contra el Tottenham porque estaba mareado fue uno más en el partidillo. A Del Bosque sólo le queda un amistoso, en marzo, antes de dar la preselección para la Eurocopa. Para entonces, espera poder probar con todos. «Intentamos mejorar cada convocatoria hasta Francia», asegura el seleccionador.