Eurocopa 2016
Payet, un gol para la gloria
El del West Ham decide un partido irregular del anfitrión con un espléndido tanto
El del West Ham decide un partido irregular del anfitrión con un espléndido tanto
Los partidos inaugurales siempre invitan a la calma, a la no precipitación, porque es preferible no perder para seguir con aspiraciones. Da igual ser el anfitrión o no, como ocurrió en este primer choque de la Eurocopa, en la que la Francia de Pogba y Griezmann no tuvo prisas ante Rumanía, que, como había anunciado Iordanescu procuró devolver todos los golpes de los franceses.
De hecho, el primer susto se lo llevó Lloris. Un córner lanzado por Stanciu lo estrelló Stancu en el cuerpo del meta francés. Rumanía tenía ganas, presionaba con acierto y se desplegaba bien. Sin embargo, poco a poco, Francia sacó su físico, sus jugadores de potencia del centro del campo y pasó a dominar. Pogba corre como un demonio, lo mismo que Kanté y Matuidi. Comenzó a mandar, pero sin pausa, con un juego previsible, que sólo se salía de la monotonía cuando Griezmann se metía entre líneas. Fue el rojiblanco el que despertó a los «bleus» con un cabezazo al larguero tras un centro de Payet.
Los centrales rumanos se esforzaban para frenar al tanque Giroud, bueno en la estrategia. Jugaba Francia a impulsos, con dominio, pero sin control. Rumanía se encomendaba a la buena pierna de Stanciu y a Andone. El delantero del Córdoba se pegaba con el sevillista Rami, pero estaba muy desasistido.
Llegó la segunda oportunidad de Griezmann. Un balón de Payet y un remate ajustado a la base del poste entre las piernas de los defensores. Jugada al primer toque que el del Atlético suele resolver siempre bien. Eran los mejores momentos de la irregular selección de Deschamps, en un primer tiempo que se consumó sin mucho juego, con más músculo que fantasía y con el convencimiento de que a base de machacar, el poderío físico de los galos debía imponerse.
La segunda mitad fur un calco de la primera. Rumanía estuvo muy cerca del gol en un remate de Stancu a pase de Stanciu, los mismos protagonistas que al comienzo. Francia, de nuevo, un poco dormida. No encontraba el ritmo adecuado, pero su empuje y las apariciones de Griezmann cuando se retrasaba para organizar le devolvieron el mando. Sin hacer mucho, empujaba y empujaba hasta que un remate de Pogba lo salvó el meta rumano de forma providencial. Fue el preludio del primer gol del torneo. Un centro de Payet, una salida inadecuada de Tatarusanu, un codo de Giroud para impedirle el salto y tanto del delantero galo. Sin mucho fútbol, con un juego a arreones, los franceses cobraban ventaja.
Todo se le ponía a Deschamps de cara. Iordanescu reaccionó pronto. Retiró a Andone, agotado en su pelea con los defensores, y metió a Alibec en el campo. Su idea era finalizar algún contragolpe, aunque el sistema era el mismo. Trabajo, esfuerzo colectivo en Pintili, trabajador incansable, y Hoban en el centro del campo ante los tanques franceses. Y en un balón al área, Stanciu le ganó la posición a Evra. El veterano lateral le hizo un penalti absurdo y llegó el empate porque Stancu no perdonó desde los once metros.
Deschamps apostó por Coman, la bala del Bayern, retiró a Griezmann y comenzó un nuevo partido. Hubo más contactos, más presión en los franceses, que apretaron en busca del segundo gol. Pogba mantenía su irregular línea –desapareció varias veces y fue sustituido– y era Payet, con su gran toque, el que más peligro creaba. A los rumanos les tocaba defenderse con orden, sin perder la posición, con los centrales y los laterales muy firmes.
Martial y Coman eran los elegidos para dar velocidad al juego. Kanté y Payet empujaban por dentro y Giroud era el hombre de área al que no le llegaban muchos balones. Acordarse de Benzema es jugar con ventaja, pero al madridista se le echó en falta. Porque al equipo galo le falta precisión, combinación, toque y pausa. Ésa es la impresión que dio ayer. Era el debut y el peso de la responsabilidad también juega, pero con las características de sus jugadores es complicado, a veces, tocar y tocar y volver a tocar.
Los rumanos apenas salían de su área en los últimos minutos. El empate era un tesoro y el último esfuerzo valía la pena. Coman centraba desde la derecha, la pelota rondaba la portería, pero no había ninguna pierna para empujar. Poco a poco se le agotaban los recursos y el sueño de lograr el primer triunfo se esfumaba por el sumidero de la desesperación hasta que en el último suspiro apareció el guante de Payet. Su zurdazo directo a la escuadra dio la gloria a Francia, que ganó sin ser un equipo ilustrado.
- Ficha técnica:
2 - Francia: Lloris; Sagna, Rami, Koscielny, Evra; Pogba (Martial, m.77), Kanté, Matuidi; Griezmann (Koman, m.66), Giroud, Payet (Giroud, m.92)
1 - Rumanía: Tatarasanu; Sapunaru, Chiriches, Grigore, Rat; Stanciu (Chipciu, m.72), Horban, Pirtilii; Popa (Torje, m.82), Ardone (Alibec, m.61), Stancu
Goles: 1-0, m.58: Giroud; 1-1, m.65: Stancu (p); 2-1, m.89: Payet.
Árbitro: Viktor Kassai (HUN), amonestó a Chiriches, Rat, Popa y Giroud.
Incidencias: Duelo inaugural de la Eurocopa de Francia de 2016 y valedero para el grupo A de la misma disputado en el Estadio de Francia de Saint Denis ante unos 80.000 espectadores. El partido estuvo presenciado por el presidente de Francia, François Hollande, y precedido de una ceremonia de inauguración. En las gradas estaba Diego Armando Maradona.
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