Dos goles del belga y otro de Filipe Luis acabaron con la resistencia de un pobre Osasuna. Las rotaciones de Simeone fueron positivas. Sirigu paró dos penaltis, a Carrasco y a Thomas.

Los niños disfrutaron con los goles de Carrasco y de Filipe Luis, las ocasiones de Torres y Correa, el buen trabajo de Giménez y Thomas y con el juego colectivo del Atlético, muy superior a un Osasuna que todavía no tiene el certificado oficial de equipo de Segunda, pero que mental y futbolísticamente está descendido desde hace tiempo, pese a sus dos triunfos en anteriores jornadas. A los aficionados más sensatos, los que sacan el bisturí para analizarlo todo, quizá los dos últimos minutos, con los dos penaltis fallados y con Thomas negándole a Cerci la posibilidad de lanzar desde los once metros, les sobraron. Pero era una tarde festiva, de chanza y diversión y la gente salió contenta, riéndose de los yerros –menos mal que Grizmann acertó ante el Leicester– y pensando que queda una jornada menos para llegar al objetivo del tercer puesto, el peaje obligado que el club ha impuesto a Simeone y a los jugadores.

Cumplir ante Osasuna fue sencillo. Los navarros, que acumularon muchos hombres en su campo, se pararon muy pronto. En cuanto los jugadores rojiblancos se acoplaron, el partido ya fue un paseo para los de Simeone. El técnico tiró de rotaciones pensando en la Champions y los secundarios no le defraudaron. Lucas siempre cumple, ya sea de central o de lateral. Giménez, de nuevo en el centro del campo, lo hizo bien. Contundencia en el corte, bien posicionado por delante de los centrales y con claridad en los cambios de juego. Además, mostró velocidad y se fue al ataque un par de veces con alegría. Vio pronto una tarjeta, pero la endeblez del rival no le obligó a más. A su lado, Thomas, ejerciendo de mariscal de campo. El ghanés, que cada vez cuenta más para el técnico, estuvo centrado. Se movió con dinamismo, combinó con sus compañeros, buscó las bandas y por dentro tuvo capacidad para llevar el balón pegado y jugar en corto. Quería un gol y por eso le quitó el balón a Cerci a la hora del penalti, pero falló. Luego pidió perdón al italiano. También falló Carrasco una pena máxima.

El belga, que fue el mejor, se quedó sin el «triplete». Rompió el partido con un buen gol a pase de Filipe Luis cuando el Atlético ya era dueño del juego y vivía cómodamente porque el rival no le exigía nada. Hizo el segundo, de cabeza, tras pase de Gaitán, y fue el más preciso en ataque. Correa necesita jugar más cerca del área y Torres está negado con el gol. Ayer, fue una mano de Sirigu la que evitó su tanto. Fernando, el niño grande, trabajó mucho y se llevó la recompensa cuando fue sustituido por Tiago. El portugués volvió a escena cuatro meses después y también hubo minutos para el debut de Cerci.

Sin embargo, hasta que Filipe no hizo el tercero Simeone no se quedó contento. Con el gol del brasileño, Griezmann que iba a entrar se fue al banquillo. No hacía falta su concurso. Los otros habían cumplido con creces el trámite frente a Osasuna.

3 - Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran, Godín, Lucas, Filipe (Savic, m. 66); Gaitán (Cerci, m. 75), Giménez, Thomas, Carrasco; Torres (Tiago, m. 70) y Correa.

0 - Osasuna: Sirigu; Olavide (De las Cuevas, m. 56), Oier, David García, Fuentes, Clerc (Aitor Buñuel, m. 56); Causic, Fausto Tienza; Berenguer, Sergio León y Nenan.

Goles: 1-0, m. 29: Carrasco, de jugada individual y tiro ajustado al poste. 2-0, m. 46: Carrasco cabecea un centro perfecto de Gaitán. 3-0, m. 60: Filipe Luis define dentro del área, a pase de Correa.

Árbitro: Melero López (C. Andaluz). Amonestó al local Giménez (m. 25) y a los visitante Nenan (m. 43), Oier (m. 53) y Sirigu (m. 87).

Incidencias: partido correspondiente a la jornada 32 de LaLiga Santander, disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 48.000 espectadores.

Iñaki Dufour/Efe