La joya que competía con Mbappé

Lemar, el fichaje más caro de la historia del Atlético fue presentado en el Metropolitano. Sólo Ronaldo y Alisson superan los 70 millones de su traspaso

El talento no tiene edad», aseguró Didier Deschamps la primera vez que convocó a Thomas Lemar para la selección absoluta de Francia. El nuevo jugador del Atlético era todavía un prometedor sub’21 cuando el técnico campeón del mundo lo llamó para enfrentarse a Suecia en noviembre de 2016. «No convoco a un jugador por su fecha de nacimiento. Tiene un buen pie izquierdo y puede jugar por la derecha y por la izquierda», explicaba el seleccionador francés. Su primera llamada fue para sustituir a Coman, el jugador del Bayern, y pasó por encima de Martial en las preferencias del seleccionador. Los dos se quedaron fuera del Mundial en el que sí estuvo Lemar.

No han pasado ni siquiera dos años, cumple 23 en noviembre, y ahora el extremo francés es campeón del mundo y acaba de ser presentado por el Atlético. En Rusia sólo disputó un partido, los noventa minutos contra Dinamarca en el último partido de la primera fase. Su importancia en el equipo estuvo muy lejos de la de sus nuevos compañeros, Lucas y Griezmann. Ellos dos han colaborado mucho para que Lemar vista de rojiblanco. «Sus palabras me han aportado mucho para venir», reconoce el fichaje más caro de la historia del Atlético, que ha pagado 70 millones de euros por su traspaso.

Lemar, un jugador de calidad que se mueve en la media punta, ha aprendido en su selección lo que significa esforzarse en defensa. «Le estamos acostumbrando a lo que es defender bien», confesaba Lucas durante el Mundial. Y él ha llegado concienciado de lo que significa jugar en el Atlético. «Sé que aquí hay una exigencia y si tengo que correr más lo haré», confesaba en su presentación. «Los entrenamientos aquí son diferentes a lo que conocía en el Mónaco. Lucas y Antoine me habían advertido, pero me estoy acostumbrando», asume. Aunque de momento no ha trabajado con el Cholo.

Comenzó el viernes a ejercitarse con algunos mundialistas, cuando el Atlético ya estaba en Singapur disputando su primer amistoso de la pretemporada. Lemar ha acortado sus vacaciones para integrarse cuanto antes, pero no le da importancia. «Es una anécdota, porque tengo muchas ganas de jugar en este equipo. Las vacaciones ya vendrán después», asegura.

Está convencido de que el Atlético le hará crecer. «Me va a ayudar a mejorar», reconoce. Y va a hacer todo lo posible para ayudar a su equipo a ganar títulos. «Soy un jugador que se entrega por el equipo. No soy individualista y estoy aquí para jugar por el equipo. Me gusta darlo todo», explica. Y no le asusta trabajar con Simeone. «Es un gran entrenador. Sabemos todo lo que ha hecho con el Atlético. Me va a ayudar a mejorar y a avanzar en mi carrera profesional», admite.

Lemar ha jugado tres temporadas en el Mónaco, que sólo pagó cuatro millones al Caen por él. Su explosión llegó hace dos años, cuando consiguió sus mejores cifras. Marcó 14 goles y repartió 17 asistencias. Ese año ganó la Liga y fue semifinalista de la Liga de Campeones con el Mónaco de Falcao y Mbappé, que acababa de explotar. Como tantos otros campeones del mundo es un hijo de las colonias franceses. Nació en Guadalupe, pero siempre ha jugado con Francia. Y cuando se enfrentó a España en París llamó más la atención a Lopetegui que Mbappé. «El que me gusta es Lemar», reconocía el entrenador del Madrid. Y Mbappé le da la razón. «Hace grande al que juega con él», dice su ex compañero en el Mónaco. «Hace todo más rápido que los demás y ve todo antes que los demás», añade el jugador del PSG. Su modelo, nada original, es Messi. «A todos nos gustaría ser como él», reconoce. Pero al Atlético le basta con que sea Lemar. Será el tercer campeón del mundo que juegue en el Atlético esta temporada. A los tres los visitó Gil Marín en la concentración francesa cerca de Moscú al comienzo del Mundial.

Derrota ante el PSG en el minuto 93

El Atlético cayó por 3-2 contra el Paris Saint-Germain en Singapur, en un partido en el que los futbolistas de la cantera rojiblanca remontaron el 2-0 con el que llegaron al descanso. Los goles de Víctor Mollejo y Borja Garcés equilibraron el partido, pero Postolachi marcó en el minuto 93.