La maldición de Costa

Es la cuarta vez que abandona la concentración de España por culpa de una lesión. Lo sustituye Iago Aspas.

Lopetegui quiere a Diego Costa y Diego Costa quiere a la Roja. El seleccionador lo ha elegido como el delantero de su equipo, pero las lesiones le impiden tener continuidad con España. Después de tres días en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas sin haberse podido entrenar junto a sus compañeros, la Federación anunció ayer que el hispanobrasileño abandonaba la concentración y lo sustituía Iago Aspas. Una situación demasiado habitual en la carrera internacional de Diego Costa.

Desde que Vicente del Bosque lo convenció para que renunciara a jugar con Brasil y disputara el Mundial en su casa con la camiseta roja de España el camino no ha sido sencillo. Su debut ya tuvo que retrasarse por culpa de las lesiones. El anterior seleccionador lo convocó en noviembre de 2013 para disputar los amistosos contra Guinea y Sudáfrica. «Reúne todos los requisitos como español, está jugando muy bien y es una opción más. No resta, sino que suma», explicaba Del Bosque al anunciar su llamada. Días después era sustituido por Fernando Llorente por una rotura fibrilar en el muslo derecho.

Las lesiones musculares han sido su gran problema en los últimos años. Le permitieron debutar con España en marzo de 2014, en un amistoso contra Italia en el Vicente Calderón, pero no le permitieron rendir a su nivel en el Mundial de Brasil. La misma lesión que le impidió jugar más de ocho minutos en la final de la Liga de Campeones contra el Real Madrid dificultó su integración en el equipo nacional. Fue titular en el estreno ante Holanda y en el segundo partido contra Chile. Fue sustituido en los dos por Fernando Torres. En la única victoria, ante Australia, no jugó.

Tras el Mundial, Del Bosque volvió a confiar en él para la siguiente convocatoria. En septiembre de 2014 España debía jugar ante Francia y Macedonia. Disputó el amistoso ante los franceses, pero otra vez el bíceps femoral le impidió estar en el encuentro de clasificación para la Eurocopa contra Macedonia, el mismo rival de mañana. Lo sustituyó Munir, que hizo su debut con la Selección absoluta.

El primer partido de la fase de clasificación ya indicaba que no le iba a resultar sencillo llegar a la Eurocopa. Marcó ante Luxemburgo su primer gol con la Selección en octubre de 2014, pero se perdió las tres siguientes llamadas del seleccionador. «Convocarle ahora para dos partidos sería contraproducente para su salud y, pensando en el jugador, preferimos que descanse. No hay nada más», decía Del Bosque intentando apagar la forzada polémica sobre la falta de compromiso del hispanobrasileño. En marzo de 2015 volvió a ser llamado para jugar ante Ucrania y un amistoso. Llegó a la concentración en Las Rozas y tuvo que abandonarla de nuevo por culpa del bíceps femoral.

La prudencia le impidió disputar los últimos partidos de la temporada 2014/2015 con la Selección ante Costa Rica y Bielorrusia. «Tiene molestias musculares y son dos partidos muy complicados. No debe generar ninguna duda [su ausencia], tenemos mucha estima por él», decía Del Bosque. El ex seleccionador no contó con él tampoco para jugar contra Luxemburgo y Ucrania en octubre del año pasado. Estaba sancionado para el primer partido y la polémica en el Arsenal-Chelsea por un pisotón a Gabriel, que acabó siendo expulsado, no le ayudó. «No me gustó lo que hizo», afirmó Del Bosque.

Desde entonces, y hasta la llegada de Lopetegui, sólo había disputado un amistoso contra Inglaterra. «No queremos cargarnos con jugadores que no están en su mejor forma física». Así justificó Del Bosque su ausencia en la Eurocopa.

Lopetegui confía en él, pero ahora un hematoma en la ingle lo manda de vuelta a casa.