Luis Milla, una final de generación en generación

El padre jugó con el Madrid la final del 92. El hijo juega en las divisiones inferiores del Atlético y esta semana se ha entrenado ya con los mayores

"Ha pasado mucho tiempo", dice Luis Milla, pero no tiene que hacer demasiados esfuerzos para recordar la última vez que el Real Madrid y el Atlético se enfrentaron en una final de Copa. Era el año 92 y ganó el Atlético (0-2). "Era un partido difícil para nosotros", recuerda. "Veníamos rebotados, de mala manera después de perder la Liga en Tenerife", explica. "Moralmente estábamos tocados y el Atlético venía muy bien. El partido se nos puso muy complicado, con el gol de Futre a la contra y el de Schuster, de falta". El Madrid, estaba en pendiente descendente. "Nos habíamos llevado el palo de Tenerife y, aunque tuvimos una semana para preparar la Copa, no la afrontamos bien anímicamente", cuenta.

Ha pasado tanto tiempo que ahora Luis Milla vuelve a ser nombre de futbolista. Milla jugó en el Barcelona, el Real Madrid y el Valencia. Ahora, su hijo, Luis también, juega en las divisiones inferiores del Atlético y esta semana, Simeone le ha reclamado para entrenarse con el primer equipo. "Hoy era día de descanso, pero que te llamen para entrenar con el primer equipo esta tarde siempre es bueno. Como siempre, una ilusión", escribía el pequeño Milla en su cuenta de Twitter el pasado martes. "Es un proyecto de futbolista", explica el padre. "Tiene que trabajar mucho. Ve bien el fútbol, pero tiene que ganar en físico y mentalidad. Está en un buen club en el que puede progresar", añade. "Sabe que le van a exigir, que va a tener mucha competencia. El apellido va a hacer que la gente esté más pendiente, pero intento quitarle presión", explica el ex seleccionador español sub'21, que ahora entrena al Al Jazzeera, en los Emiratos Árabes.

Milla, el padre, se ilusiona pensando en el futuro de su hijo, pero continúa recordando aquella derrota ante el Atlético. Como ahora, aquella final se jugó en el Bernabéu. "Es un arma de doble filo. En teoría teníamos a la gente a favor. Pero también había mucha gente del Atlético muy motivada. La final de Copa siempre tiene una pasión añadida". Los rojiblancos cargan con el peso de catorce años sin ganar a su máximo rival. "En la mente del jugador pesan esas cosas. Por norma, al Madrid no le ganas y eso te acaba pesando", afirma.

El Atlético cuenta con la intensidad que le transmite su entrenador, Simeone. Milla se enfrentó a él muchas veces como futbolista. "Hay rivales a los que ves que tienen una personalidad y un carácter y por su forma de actuar entiendes que se hayan dedicado a entrenar", dice. "Como jugador ya era un líder, era muy pasional y esa energía se la traslada al equipo", asegura. Mourinho es diferente. "Es un entrenador muy exigente, con mentalidad ganadora. Da la sensación de que exprime mucho al jugador y eso a corto plazo funciona. A largo plazo puede provocar desgaste", explica.