Madrid no está tan lejos

«Después de dos años acaba mi experiencia en Nápoles», dijo el técnico madrileño, al que se le vincula con el Real Madrid, si bien no concretó su futuro, pendiente aún del último duelo con el club italiano.

«Si hablo con Florentino, le diré que le haga un buen contrato», bromeaba Aurelio De Laurentiis, el presidente del Nápoles, en la despedida de Benítez como entrenador del club italiano. La broma escondía, quizás, una razón mucho más convincente que cualquiera de las que utilizó el entrenador para explicar su marcha. «Mi familia es lo que me ha hecho pensar en el futuro. Hablé con mi mujer, la familia siempre es importante, se lo dije a Aurelio y por eso voy a hacer todo lo posible por acabar bien, como hice con el Chelsea, pero mi ciclo está acabado», explicaba el técnico español. «Teníamos la posibilidad de quedarnos, pero llevo mucho tiempo lejos y no pude convencer a mi mujer», añadía. La familia Benítez eligió Liverpool como su lugar de residencia después de los años que el técnico pasó dirigiendo al equipo de Anfield.

Benítez abandona Nápoles con la satisfacción del trabajo bien hecho, ha ganado una Copa y una Supercopa, pero esta temporada, igual que sucede con Ancelotti, la termina sin ningún título importante. Su único objetivo pendiente, a falta de una jornada para terminar el campeonato, es ganar el domingo al Lazio y clasificar al Nápoles para la próxima Liga de Campeones. «Me gustaría ganar al Lazio y dejar al Nápoles en el nivel que merece y también batir el récord de goles en la historia del club, que es de 104. Estamos a tres», asegura.

En su despedida, aparte de agradecer el trato del club, de la ciudad y de los aficionados, lanzó algunos mensajes hacia el futuro más problabe como entrenador del Real Madrid. «En España dicen que soy defensivo y en Italia, que soy ofensivo. Depende del equipo que tengas. No es lo mismo entrenar al Extremadura, que tienes que vigilar la parte de atrás, que al Chelsea por ejemplo. Me adapto bien a lo que encuentro. Cuando tienes calidad en ataque, atacas», afirma.

Una de las críticas que ha recibido desde que empezó a relacionarse su nombre con el del Real Madrid es la de ser un entrenador defensivo. Pero, consciente de la obsesión de Florentino Pérez por acumular jugadores de ataque en la plantilla, se define como un entrenador capaz de adaptarse a todo. La prensa no es la única que le reprocha la actitud defensiva de sus equipos. «Convertirá a Ronaldo en un gran defensa», afirmaba en Twitter el futbolista holandés Ryan Babel, al que dirigió en Liverpool. Más que por una excesiva preocupación defensiva, los jugadores a los que ha dirigido suelen definirlo por la necesidad de tenerlo todo controlado, desde los descansos de los jugadores y las rotaciones, hasta los movimientos de los futbolistas en el campo.

El entrenador madrileño se mostró satisfecho del trabajo realizado en Nápoles durante estos dos años, a pesar de la ausencia de títulos en esta temporada. «Nos quedamos a un paso de la final de la Liga Europa por cosas que forman parte del fútbol», asegura. «Por otra parte hemos conseguido objetivos importantes. Ganar no sólo significa sumar victorias, también se gana con el crecimiento, tanto en el plano individual como en el del conjunto de la plantilla», advierte.

Parte de ese crecimiento y de esos triunfos se los debe a su cuerpo técnico. Algunos llevan muchos años trabajando con él y quiso reconocer su trabajo ahora que, según algunos medios, el Real Madrid está especialmente interesado en el trabajo físico y pretende incorporar un preparador que no esté ligado al nuevo cuerpo técnico. «Estoy joven, con ganas y tengo un cuerpo técnico capacitado», advierte el preparador madrileño.

Sólo ha estado dos años, pero Rafa ha dejado huella en Nápoles, un equipo que sólo había conseguido un título de Copa desde la salida de Maradona. «Estoy triste. Esta ciudad me ha acogido de una manera maravillosa. Siempre amaré Nápoles, a su gente y su belleza. Me voy, pero me llevo recuerdos muy bonitos. Sólo puedo dar las gracias a todos», dice.