Fichajes

Modric, el héroe silencioso

La Razón
La RazónLa Razón

Poco sabe el aficionado de Luka Modric, apenas conoce su tono de voz (aún no habla castellano), apenas se le ha visto desde que el pasado 27 de agosto fuera presentado como nuevo jugador del Real Madrid. A última hora, con la temporada ya arrancada. Sí sabe lo que costó. Excesivo a ojos de muchos –42 millones de euros: 37 más 7 por objetivos– cuando la única referencia de él fue la Eurocopa. De su paso por el Tottenham, nada de nada. Pero se fiaban del gusto de Mourinho. Había que buscar un recambio para Xabi Alonso cuando éste necesitara descanso, y ahí estaba. Otro para Özil, y también lo tenía el club en la persona de Modric. Y un sustituto para Kaká si es que el brasileño era vendido o no terminaba de despegar, y para suplirle también sirve Modric. La polivalencia, la velocidad y la calidad técnica del croata le hicieron merecedor de fichar por el Real Madrid, pero llegó tarde y sus primeros meses en el club han sido una travesía por el desierto. Tuvo que hacer su particular pretemporada y cuando ya estaba en buenas condiciones físicas, adaptarse al fútbol de la Liga. Y como en el fútbol se tiene poca paciencia, pocos contaban con él e incluso en el mercado de invierno hubo clubes ingleses, los más grandes (Chelsea, Manchester City y Manchester United) que se interesaron por su traspaso visto que en el Madrid tenía poco hueco. Pero ni él ni Mourinho desistieron. Antes se marcharía en enero Kaká que él. Y, en silencio, sin decir ni pío, Modric se convirtió en héroe en Old Trafford. Su magnífico gol, con el que el Madrid lograba el pase a los cuartos que reporta millones y prestigio al club, rebaja el peso de la cuantía de su fichaje. Al menos una quinta parte de lo que costó ya está amortizada. Más será si el Madrid sigue avanzando en la Copa de Europa y accede a semifinales y a la final, y muchísimo más si gana la «Décima». Es el principio de la historia de este chico (27 años) tímido, bajito (1,70), eléctrico y discreto, que se hace notar poco, pese a tener una mujer tan guapa como las archifamosísimas de otros de sus compañeros, pero a la que, como a su marido, casi ni se la conoce ni se la persigue. Quizá hasta ayer, cuando Modric ha despertado para muchos. Ya le valoran más allá de por lo que costó. Ya no es tan caro.