Modric ya es el general de Zidane

En el Camp Nou vivimos un clásico apasionante y lleno de emoción, en el que hubo alternativas en el juego, polémica en las áreas (sobre todo en la del Barcelona) y un arbitraje que indignó a todos los madridistas. Y con razón. En el aspecto deportivo disfrutamos de un partido intenso, muy disputado y peleado metro a metro. Y hubo un jugador que fue clave en el aspecto táctico y en la construcción del juego blanco, Luka Modric.

- Borró a Messi

El croata primero se encargó de anular todo el caudal ofensivo de Messi. No sólo borró al argentino del terreno de juego, también lo dejó sin poder de reacción, excepto en una jugada en la que Iniesta le dejó solo ante Keylor Navas y su disparo se marchó fuera. Luka dio toda una clase magistral de lo que debe ser un centrocampista del fútbol actual. Es un cerebro decisivo en la medular. Lo vimos cortar, robar, anular y, por encima de todo, generar un fútbol de alta escuela. Hizo de todo y todo lo que hizo fue correcto. Modric fue, sin discusión, el mejor futbolista del partido. Su inteligencia, corazón, carácter, visión de juego y movilidad, amén del apoyo constante a sus compañeros, le convirtieron en el modelo que todo entrenador sueña para esa zona tan vital como es el medio campo.

- Mi récord de la 88/89

Con su magnífica actuación, Modric dejó al Real Madrid a las puertas de un récord histórico del propio club blanco, los 34 partidos sin perder con Leo Beenhakker en la temporada 88-89, donde tuve la fortuna de participar. Fue toda una gesta. Ahora con el gran Zidane, el Real Madrid está a punto de igualar e incluso superar ese mítico registro. Otro dato a tener en cuenta es que el Real Madrid camina con paso muy firme para lograr la Liga número 33. Para ello cuenta con el centrocampista croata, es decir, el general de Zizou, Luka Modric.