Eurocopa

Vigo

Nada que reprochar

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Casilla jugó los últimos 15 minutos y encajó el gol de la derrota. Chutó Kroos desde fuera del área, le botó el balón delante y no pudo despejarlo. ¿Falló? En seco podría haberlo parado. Pero diluviaba y Alemania se llevó más premio del que posiblemente merecía. Las derrotas duelen, menos cuando el equipo que termina el partido es el B, aunque contra otro B que ni siquiera fue superior; más cuando se rompe una raacha de 8 años y 34 partidos invictos en casa. Más justo hubiera sido un empate; pero ganó el actual campeón del mundo.

Piqué y Sergio Ramos en el primer tiempo; Albiol y Bartra, en el segundo. No hubo desequilibrio. Azpilicueta, Bernat, Bruno, Camacho, Nolito, Morata, Raúl García, Callejón y Casilla, que sustituyó a Casillas cerca del final, forman parte de la nueva prole de Vicente del Bosque. Muchas caras nuevas y un sello inconfundible de la Roja. Cambian los nombres, no el estilo. Puestos en la balanza españoles y alemanes, unos y otros con numerosas novedades, la conclusión es que ambos pueden progresar; más cuando encuentren un rematador, y no es el caso de Kroos, el goleador. Todos trabajaron a destajo, evitaron las faltas por los evidentes riesgos de lesión que propiciaba el terreno empapado y en el minuto 89 ganaron los visitantes. Nada que reprochar.

Arreció la lluvia en Vigo, y Balaídos se convirtió en el arca de Nolito. Agua a mares y viento racheado; clima antipático, molesto, difícil para los controles, para el juego raso y el bombeo de balón, que volaba; peligroso para los porteros, bien defendidos, hasta que Kroos acertó. Sin embargo, hay cosas que no cambian, por mucho que el tiempo enrede, y es el estilo de España, y esa fatalidad que parecía desterrada. La revolución no afecta al sello, inconfundible desde que Luis Aragonés descubrió que con los «bajitos» el fútbol adquiría otra dimensión. No habrá otro Xavi, hay que acostumbrarse; y será difícil repetir los éxitos de este siglo, al menos tan de continuo. Del Bosque, que es un hombre de fútbol, después de ganar el Mundial dijo que la conquista fue una gesta y que sería muy complicado calcarla. Cuando dos años después ganó la Eurocopa, en esa final de Kiev con aquel 4-0 a Italia que fue un monumento al fútbol, persistió en la consigna, en la humildad para digerir los éxitos. Saber ganar y saber perder es su mantra, y parece que el único que se había mentalizado para recibir la bofetada era él, lo cual no le inhabilita para la profesión ni para el puesto. Fue virtud suya no interferir en el proceso de crecimiento de la Selección que heredó de Luis. Sólo cambió lo imprescindible. Y triunfó. Y cuando ayer la Roja terminó de luchar contra Alemania y los elementos, resulta que con Del Bosque han debutado 54 futbolistas. No es un técnico inmovilista; es realista y sabe que la recuperación del prestigio, de la ilusión, de la imagen que saltó hecha añicos en Brasil, no es cuestión de un par de partidos.

Tiene trabajo por delante; pero también piezas para que con los retoques precisos la máquina vuelva a funcionar. Con Isco convertido en figura estelar de la Selección, el futbolista que en lugar de arredrarse por la responsabilidad coge las riendas de la tricampeona con una naturalidad y una fe que sólo evidencian los elegidos, España conservó la identidad y dominó más que Alemania en el primer tiempo. La «Die Mannschaft», «El Equipo», se encuentra también en plena reconstrucción y sólo han pasado cuatro meses desde que se proclamó campeona del mundo por cuarta vez. Del Bosque y Löw comparten una magnífica educación, un comportamiento exquisito con el rival y un gusto por el buen fútbol que les acerca todavía más, y un montón de lesionados. Más en las filas alemanas; quizá por ello el partido de los campeones no rozaba el éxtasis mediático ni ofrecía el interés suficiente para llenar el estadio de Balaídos. El tiempo, desapacible por demás, no invitaba a llenar el campo, que no se llenó. Daba pereza.

Frente a los inconvenientes climáticos y las ausencias, hubo pinceladas de calidad por parte de ambos combinados. Zieler intervino más que Casillas y ambos se lucieron en alguna acción aislada. A las dos selecciones les faltaba el delantero centro matador. Götze jugaba de «falso 9» y sólo tiró una vez, y Morata cayó a menudo a la banda derecha para que fuera Nolito quien chutara. Con los cambios, los equipos fueron de un lado a otro sin descoserse, pero con los alemanes más volcados sobre la portería española. Cuando el empate parecía rubricado, Kroos lo deshizo de un zapatazo desde fuera del área. Mala suerte, Casilla.

Ficha técnica

--RESULTADO: ESPAÑA, 0 - ALEMANIA, 1 (0-0, al descanso).

--ALINEACIONES.

ESPAÑA: Casillas (Casilla, min.77); Azpilicueta, Piqué (Albiol, min.46), Ramos (Bartra, min.46), Bernat; Busquets (Camacho, min.46), Bruno; Isco, Raúl García (Callejón, min.70), Nolito (Pedro, min.77);

y Morata.

ALEMANIA: Zieler; Hwedes, Mustafi, R~diger; Rudy, Khedira (Bender, min.90), Kroos, Durm; M~ller (Bellarabi, min.22), Gtze (Kruse, min.85) y Volland.

--GOL:

0-1, min.89: Kroos.

--ARBITRO: Stefan Johannsesson (SUE). Amonestó a Raúl García (min.63) por parte de España.