Neymar pide perdón, pero no al árbitro

Antes de abandonar la concentración de Brasil, ha dejado una carta de disculpa y despedida a sus compañeros, a la vez que niega que insultara al colegiado, como éste refleja en el acta.

Antes de abandonar la concentración de Brasil por la suspensión de cuatro partidos por su expulsión ante Colombia, Neymar ha querido despedirse de sus comañeros y explicar los motivos por los que se marcha a casa y no coninúa junto al equipo en la Copa América. Lo ha hecho a través de una carta, que ha subido en sus redes sociales, y lo más impotante es que en ella pide perdón a sus compañeros por la situación en la que se ha visto envuelta la «canarinha».

«“Esperé con fe y esperanza hasta este momento por la posibilidad de poder seguir con la selección brasileña en esta Copa América, pero desgraciadamente no va a ser posible. Sé que mi presencia en el grupo es importante, como la del resto de jugadores, que ahora deben estar totalmente centrados para los próximos partidos. Nunca rechacé la posibilidad de ser uno de los líderes del grupo y como capitán siempre me entrego en busca de la victoria y tomando decisiones, buenas o malas, y este es un momento de decisión.

«Entrenar sin ningún objetivo es muy duro y eso puede llevarme a una lesión accidental que lo haría todo más complicado aún. Quedarme aquí podría provocar un ambiente de ‘concentración’ con asuntos que alejarían el foco de la selección del objetivo principal.

«Pido perdón a mis compañeros por esta situación, pero estoy seguro de que salgo con un aprendizaje en mi carrera. ¡Buena suerte Brasil!».

Pero más allá de ese perdón, Neymar mantiene su inocencua y desmiente que hubiera insultado al árbitro, como refleja éste en el acta. El delantero, que vio la roja camino del túnel de vestuarios del Monumental de Santiago de Chile después de darle un pelotazo al colombiano Pablo Armero y discutir con Jenson Murillo, asegura que «sólo» esperó al árbitro chileno para «preguntaré porqué le había expulsado».

«En el túnel de vestuarios prácticamente no ocurrió nada. Sabía que el árbitro estaba llegando y le esperé. El lío empezó porque llegaron varios miembros de seguridad, que pensaban que estaba más nervioso de lo que aparentaba. Se pensarían que iba a pegarle y acabó creándose todo eso, pero en realidad no pasó nada», comentó Neymar a «Rede Globo».

Sobre su vuelta a casa, aduce en el mismo medio que fue «una decisión familiar». «Conversé con mi padre y después le dije al seleccionador Dunga lo que estaba pensando y también a Gilmar (Rinaldi, coordinador de las selecciones brasileñas). Estuvieron de acuerdo», apuntó.