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La oferta a Sergio Ramos que puede cambiarlo todo

El central, al que le queda un mes para que se acabe su contrato con el Real Madrid tiene que decidirse cuanto antes

Sergio Ramos, en la grada en un partido del Real Madrid en Valdebebas
Sergio Ramos, en la grada en un partido del Real Madrid en ValdebebasEduardo CandelEFE

Va a empezar junio y a finales de este mes se termina el contrato de Sergio Ramos. La idea es no agotar los días antes de tomar una decisión, pero la frontera para resolver la distancia entre el Real Madrid y su capitán se ha ido alargando: antes de que acabe 2020 se dijo durante todo el otoño; antes de que empiecen la eliminatorias de la Champions, se vendió en enero; antes de que los cuartos, antes de que acabe la temporada... y así hasta que Sergio Ramos se ha quedado «sin antes» y su sí o su no definitivo, con su oferta para marcharse, no aparecen. Si los shows de la renovación del capitán han sido siempre ruidosos hasta en la firma, éste ha terminado por diluirse en el silencio.

En el Real Madrid no se han movido de su primera oferta: un año y una rebaja del diez por ciento, como ha hecho Luka Modric (35 años), cuya imagen con el presidente por su renovación se difundió el día que se anunció lo que ya se sabía: que se quedaba. Ramos no ha dado el paso de su compañero y amigo porque considera que, como capitán y como futbolista con más peso en el vestuario, se ha ganado el derecho a tener un trato algo diferente. Pero no parece que el Madrid piense de esa manera, así que Ramos puede estar cerca de encontrar una salida.

Según ESPN, el Manchester City de Guardiola, que acaba de perder la Champions, puede llegarle a ofrecerle dos años y una opción de uno más y después, un cómodo retiro jugando en la liga estadounidenense. Si eso se cristaliza el adiós de Ramos estaría más cerca que nunca

El capitán ha vivido un final de curso diseñado por su peor enemigo. Puede que no haya tomado las mejores decisiones, pero las lesiones le han impedido ayudar al Real Madrid y, al final, ir a la Eurocopa con la selección, para demostrar que estaba listo y que se había recuperado perfectamente. Perdió esa guerra con el tiempo.

La lesión redujo su influencia en el equipo sobre el césped. Se ha pasado casi toda la segunda parte de la temporada siendo el que más hablaba en los partidos desde las vacías gradas de Valdebebas. Daba instrucciones a sus compañeros, se quejaba al árbitro, pedía calma o lo contrario, animaba o templaba a Vinicius, todo pasión era Sergio Ramos, vestido de largo, sin poder saltar al campo se sentía casi como un león enjaulado.

Ése carácter, esa influencia que tiene en el vestuario también influye en la visión que tienen dentro del club de Sergio Ramos. Durante las épocas buenas se le considera el jugador que une al resto de plantilla en la persecución de un objetivo y cuando el capitán habla, todos escuchan. En las épocas malas, sin embargo, desde las oficinas se mira a los jugadores con sospecha, con la sensación de que, a veces, necesitarían una mano más dura, que hay algunos que tienen demasiado poder.

¿Está el Real Madrid en una época buena o mala?

El último partido de Lopetegui como entrenador blanco fue en el Camp Nou, en octubre de 2018. Su equipo tuvo sus opciones en la segunda mitad, pero la falta de fortuna que acompañó durante ese curso y que el técnico nunca encontró su fórmula, provocaron una derrota que se veía venir y que era decisiva. Las tripas del Camp Nou eran un lío de nombres de entrenadores que parecía que iban a llegar, con Conte a la cabeza, de teléfonos que informaban y negaban, de mucho ruido, hasta que el capitán salió a la zona mixta del estadio para dar un aviso: «El respeto se gana, no se impone. Ni un nombre ni otro. Hemos ganado todo con entrenadores que ya conocéis, al final la gestión del vestuario es más importante que el conocimiento técnico de un entrenador», dijo cuando le preguntaron si vendría bien mano dura.

Conte vuelve a estar entre los candidatos a ocupar el banquillo, aunque Pochettino sigue siendo la opción preferida, si es que se marcha del PSG, donde tiene contrato. Quizá la elección del entrenador pueda influir en la decisión de Ramos para aceptar la oferta del Madrid que, hasta ahora, no ha aceptado. O no.

Pero si hace seis meses, un futuro sin Sergio Ramos era inimaginable, ahora mismo el Real Madrid tiene seis centrales. Alaba, que acaba de llegar, con 28 años y que va a ser titular indiscutible; Nacho y Militao, titulares con buena nota en el último tramo de la temporada; Vallejo, que vuelve de una cesión; y Ramos y Varane. Al menos dos no van a seguir.