Regalo de Caballero

El duelo de banquillos entre Djukic y Schuster lo decidió un gol de Ricardo Costa en colaboración con Caballero, que no acertó en su salida, el despeje se le quedó corto y permitió que el central portugués, ya con galones de capitán, decantara el partido al Valencia, que en el computo global hizo más méritos que el Málaga.

El partido fue bueno porque el Valencia quiso la pelota, fue fiel al sistema de su técnico, amante de jugar desde atrás sin abusar del pelotazo, y porque el Málaga, con otra cara más diferente a la del año pasado, también quiso corresponder con buen juego, pese a que en ataque no estuvo acertado. Schuster tiene mucho trabajo ya que tiene muchos jóvenes con proyección que tendrán que cogerle el aire a la categoría.

Ambos equipo dieron la impresión de estar conjuntados y de haberse acoplado en la pretemporada, aunque lució algo más el fútbol local pues el Valencia, sobre todo en el centro del campo, fue superior al conjunto andaluz, que a pesar de las bajas con las que llegó a Mestalla, plantó cara desde el principio y controló bien a su rival.

En los minutos finales del primer tiempo, el Málaga se acercó un poco más a la meta de Diego Alves, pero sus centros lejanos no encontraron rematador. En el inicio del segundo tiempo, el Valencia intensificó su dominio, aunque sin encontrar vías de penetración hasta que el error de Caballero permitió marcar a Ricardo Costa. Faltaba mordiente al Valencia, que tendrá en el colombiano Pabón al compañero de Helder Postiga.

Schuster movió el banquillo, quiso ser más incisivo y buscó con velocidad la meta de Alves. Pero no tuvo ocasiones claras. Sin embargo, el Málaga dejó una buen impresión en Mestalla.