Atlético de Madrid
Saúl limpia su memoria
Hace dos años salió lesionado de Leverkusen. Ayer, marcó el primero
Hace dos años salió lesionado de Leverkusen. Ayer, marcó el primero
Leverkusen era, para Saúl, la ciudad en la que vivió cuatro días en la habitación de un hospital por culpa de un traumatismo renal con hemorragia interna. Fue hace dos años, en la eliminatoria contra el Bayer, cuando un choque con el griego Papadopoulos le provocó las peores sensaciones de su carrera.
Ése era el triste recuerdo para Saúl, hasta que ayer, apenas superado el primer cuarto de hora de partido, fue eliminando rivales por el camino antes de terminar clavando la pelota en el ángulo donde no podía llegar el portero alemán, Leno. Un tanto que recordó al que consiguió el año pasado en la ida de las semifinales contra el Bayern de Múnich y que acabó resultando decisivo para que el Atlético llegara a la final. «Este gol ha sido muy emotivo para mí después de lo que viví hace dos años, cuando me fui con un golpe muy fuerte. Me hizo madurar, me hizo aprender y marcar de esta manera es para estar orgulloso», decía el centrocampista después del encuentro.
Aquella lesión, que le tuvo un mes fuera de los campos, le llegó cuando empezaba a ganarse un puesto en la alineación. Dos años después ya ha debutado con la Selección –en el debut de Lopetegui en el banquillo ante Bélgica–. Aunque aquella misma temporada Vicente del Bosque ya lo convocó como «aprendiz» para una concentración y el año pasado fue uno de los últimos descartes de la lista para la Eurocopa. Saúl terminó con dudas la temporada, las mismas con las que comenzó este curso. Pero Simeone siempre ha mantenido la confianza en él para jugar en uno de los costados o como compañero de Gabi en el centro del campo. El de ayer es su segundo gol en esta Liga de Campeones. El anterior fue en la primera jornada de la fase de grupos, el que dio la victoria al Atlético ante el PSV en la visita a Leverkusen. Saúl se ha acostumbrado a marcar goles importantes para su equipo y Gabi ya no lamenta, como hacía en el comienzo de la temporada, que el equipo haya perdido consistencia en el centro del campo. Con Saúl y Koke como interiores, el capitán juega más tranquilo y los más jóvenes tiene oportunidad de llegar arriba, como hizo ayer Saúl.
La participación del «8» del Atlético será más importante aún en el partido de vuelta. Gabi forzó la segunda amarilla para llegar libre de cargas a los cuartos de final. Con 2-4, la eliminatoria parece casi decidida para el Atlético –los alemanes necesitan un 0-3 para pasar– y Saúl deberá asumir más peso por la ausencia del capitán. Ya ha demostrado que no le asusta, como no le asustó jugar en el centro de la defensa en su primera temporada completa con Paco Jémez en el Rayo el curso en el que cumplía 20 años. Y el mal recuerdo de Leverkusen ya ha sido sustituido por otro mejor.
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