Genzebe acaba con la tiranía china

Ma Junren, el preparador que hizo el milagro de que las atletas chinas comenzaran a coleccionar medallas y récords del mundo de repente en los años 90, aseguraba que su secreto se basaba en la sangre de tortuga y en los hongos fermentados con gusanos. Los controles antidopaje demostraron poco después que detrás de aquel milagro había algo más que una dieta discutible. Pero los récords que sus atletas consiguieron permanecieron en las listas. Como el de los 1.500 que Yunxia Qu estableció en 3:50.46 el 11 de septiembre de 1993.

Yunxia Qu no era una excepción. Tres de sus compañeras de entrenamientos consiguieron superar también el anterior récord de la rusa Tatiana Kazankina, que lo había logrado en 1980.

La etíope Genzebe Dibaba sepultó ayer esa trama para siempre. Lo hizo en la reunión de Mónaco de la Diamond League y fijó la nueva mejor marca mundial en 3:50.07. Un récord que tardará muchos años en desaparecer si mantiene los hábitos de supervivencia de los últimos.

La competencia de Sifan Hassan, etíope de nacimiento pero nacionalizada holandesa, fue decisiva para que Dibaba, que ya había sido dos veces campeona del mundo en pista cubierta, rebajara la sospechosa marca de Yunxia Qu.

Genzebe es la pequeña de una dinastía de atletas que encabeza su hermana Tirunesh, que ha ganado el oro, la plata y el bronce en los 5.000 metros en las últimas tres ediciones de los Juegos Olímpicos. En Atenas 2004 fue bronce, en Pekín 2008, oro y en Londres 2012, plata.

Genzebe, de 24 años, representó a su país en los Juegos de Londres, pero su explosión llegó después. Hace una semana, en Barcelona, ya consiguió la mejor marca mundial del año y el récord de África, con 3:54.11. Ahora, ha rebajado su registro en cuatro segundos.