Hombre feliz, goleador desatado

Después de meterse el balón del partido debajo de la camiseta y llevárselo para exponerlo, junto a los demás, en su museo de Madeira, Ronaldo se fue el domingo por la noche a cenar con Irina y colgó la foto en Twitter. La vida de un hombre feliz. Ayer se incorporó a la convocatoria de su selección, tras no ir la última vez porque quería recuperarse definitivamente de sus dolores. En el último parón de partidos internacionales, a principios de septiembre, Cristiano se quedó entrenando en Valdebebas y se tomó un par de semanas de «descanso activo», que le han cambiado completamente. Un mes después, está desatado como nunca, sin dolor y ayer volvió al grupo de Fernando Santos.

Ahora mismo es un goleador al que ningún récord le queda lejano. Se está convirtiendo en un delantero que marca registros de épocas antiguas, cuando se jugaba de otro modo, con menos precauciones y menos capacidad de estudiar a los rivales. Ronaldo ha marcado un triplete en 22 partidos de Liga, una marca que compartían Di Stéfano y Zarra, dos de los grandes clásicos del fútbol español. Ahora se une a ellos, con bastantes posibilidades de superarlos; y sólo en 1939 y 1943 un futbolista había marcado 13 o más tantos como lleva en siete jornadas (pero sólo seis encuentros jugados) el futbolista portugués.

No tiene límite. La temporada pasada terminó con dolores, jugando más de lo que debía, pero en el comienzo de ésta, decidió cuidarse, se encuentra en perfecto estado físico y ve que todo lo que intenta le sale, que la vida le sonríe. «Hace bromas con todos, permanentemente», dicen desde el vestuario.

Nada ha cambiado en la rutina del futbolista, en su modo de ser un profesional a tiempo completo. Se entrena con la intensidad de siempre, con la ambición que le ha hecho ser lo que es, y cuando terminan la sesión o los partidos, aparece el Ronaldo más bromista, el más integrado que nunca con el resto de sus compañeros. Bromea mucho con James, con quien junto a Marcelo, tras el primer gol, bailó lo que bailaba el futbolista colombiano con su selección. «Nice dance @12MarceloV @Cristiano», escribía el centrocampista en su cuenta y añadía un emoticono llorando de risa.

Ronaldo es el líder natural, como reconoce Ancelotti, un ejemplo para el resto por lo que hace en el campo, más que por lo que pueda decir en el vestuario. Fue el entrenador italiano el primero que pidió el Balón de Oro para el portugués y abrió un debate del que se va a hablar mucho hasta que acabe el año. Mientras, el delantero madridista muestra unas cifras insuperables. Suma tantos goles como Messi y Neymar juntos. Ningún futbolista en Europa se acerca a sus marcas. Lleva una media de 1,55 goles por partido, lo que no había hecho nunca, y ha metido más goles que 16 equipos de Primera esta temporada. Si se unen los de Benzema y Bale alcanzan los 20 (de los 25 del Real Madrid), más que cualquier equipo de la Liga. Todo el Barcelona, segundo máximo anotador, ha marcado 19. El Valencia llega a los 17.