Keylor-Casilla: Para Zidane no hay debate

A la espera de la llegada de Courtois o De Gea este verano, el técnico se va a jugar los títulos con Navas. Los dos últimos partidos del Madrid con la portería a cero fueron con Kiko.

Que la portería del Real Madrid no es un sitio tranquilo lo sabe mejor que nadie Keylor Navas. El costarricense ha vivido en una constante montaña rusa desde que llegó a un puesto en un momento de transición entre la era Casillas y la siguiente, a la que todavía hay que buscarle un nombre. El ex del Levante aterrizó en el Bernabéu cuando comenzaba el último curso de Iker. Lo jugó casi todo el madrileño y Navas aceptó perfectamente su papel de suplente. Con la misma tranquilidad y fe superó la noche del casi fichaje de De Gea, en la que estuvo muy cerca de dejar el Madrid. Finalmente la operación no se hizo y tanto Benítez como Zidane le dieron la confianza para convertirse en el portero de la «Undécima» y completar una temporada soñada. Sus paradas ganaron partidos en Europa y muchos puntos en Liga, algo que esta temporada están echando de menos en algunas ocasiones los aficionados.

No es el mismo ángel de la guarda del curso anterior y ciertos errores evidentes, como en los goles ante el Betis, el Nápoles o el Sevilla en el Pizjuán, llevaron a muchos a pitar al guardameta. Si a eso se une el buen papel de Casilla cada vez que es reclamado ha hecho que el debate se ponga sobre la mesa, aunque sea de forma tímida. Para Zidane no hay duda: siempre ha respaldado el papel principal de Navas, algo que tampoco tiene discusión para Luis Llopis, el preparador de guardametas en el cuerpo técnico de Zizou. Él colaboró en la explosión de Keylor con la camiseta del Levante y es testigo desde hace tiempo del descomunal trabajo que hace el futbolista en cada entrenamiento.

Esta temporada se le reclama alguna acción decisiva más, como la que salvó los dos puntos ante el Betis en el último minuto con una «palomita» imposible. En los últimos once partidos, el Madrid sólo ha podido dejar la portería a cero en un par de ocasiones y la casualidad ha querido que en esos momentos en la portería estuviera Casilla. «Las críticas a Keylor son injustas y una falta de respeto», dice el propio Kiko en su posición de guardameta suplente. Por la lesión de Navas al principio de temporada y por las rotaciones ya ha jugado 16 partidos, con 18 goles recibidos y cinco choques sin encajar. El costarricense suma 29 encuentros y 35 goles, con otras cinco veces marchándose sin recoger el balón de las redes.

El costarricense siempre se refugia en su fe en Dios para superar los problemas, pero el ruido no le es ajeno y se le ha visto un poco más nervioso últimamente entre los tres palos. Quizá por eso y por el largo viaje tras dos partidos con su selección, Zidane le dio un respiro frente al Alavés. Algo parecido hizo también en casa ante el Espanyol, en las dos ocasiones que últimamente el Madrid no ha permitido un gol del rival.

«Somos un equipo compensado y juegue quien juegue lo puede hacer bien. La gente no tiene mucha memoria y no se acuerda de lo bueno, sólo de algún error. Pero somos porteros y lo sabemos», insistía Kiko, feliz por su rendimiento. «Intento hacerlo bien cada vez que juego y que el entrenador, cuando tenga que contar conmigo, esté tranquilo. Creo que por ahora lo estoy consiguiendo», admite el «suplente», al que Zizou mantiene enchufado, como trata de hacer con los que disfrutan de menos minutos. Lo quiere animado por si fuera necesario, pero no para dar un volantazo en la portería para los últimos meses de competición.

Mañana en Butarque sería una sorpresa que la alineación del Real Madrid no comenzase por Keylor, que va a volver, seguramente para quedarse hasta el final de curso. Casilla podría aparecer otro día de perfil bajo con todas las garantías, lo mismo que si tuviera que cubrir alguna emergencia en forma de expulsión o sanción. El debate existe más fuera que dentro del vestuario. Los técnicos creen en Navas y están convencidos de que Kiko responderá siempre que tiren de él. El futuro ya es otra cosa. El club trabaja para traer a De Gea o Courtois, lo que supondría la salida de Navas, aunque él ya conoce la montaña rusa y sabe que es impredecible.