F.C. Barcelona
Los expertos avisan de que el uso de símbolos políticos genera violencia
Todo lo que suponga introducir en un recinto en el que se va a celebrar un acontecimiento deportivo y en el que, lógicamente, van a asistir aficiones enfrentadas, banderas, pancartas u otros elementos que supongan la provocación de unos sobre otros, es un factor que no contribuye a la seguridad, sino a todo lo contrario.
Expertos en la materia, consultados por LA RAZÓN, subrayan que todo esto se agrava si esas pancartas, banderas u otros símbolos tienen un tinte político. Ya no se trata de animar al equipo propio sino de provocar a los contrarios y, en general, al público que asiste al acontecimiento y que no comulga con las ideas que se dicen defender.
Si, como ocurre con la final de la Copa de Su Majestad el Rey de fútbol, un partido de alto riesgo en el que tiene que realizarse un importante despliegue policial, toda provocación está de más y sólo puede conducir a situaciones indeseadas.
La pretensión de un sector de la afición del Fútbol Club Barcelona, de acudir al estadio Vicente Calderón, con la «estelada», una bandera que es símbolo del separatismo catalán y que no es la constitucional es, en opinión de estos expertos, una clara provocación que había que cortar de raíz, como se ha hecho.
Hasta ahora, gracias a la prudencia de las autoridades y del buen hacer de las Fuerzas de Seguridad, no se han producido incidentes de gravedad cuando se han mezclado acontecimientos deportivos con manifestaciones de exaltación separatista. Lo que no quiere decir que eso no pudiera ocurrir en algún momento, por lo que lo más correcto es cortar de una vez por todas este tipo de iniciativas.
Asimismo, llaman la atención sobre el hecho de acudir al estadio con símbolos separatistas, cuando el acto estará presidido por Su Majestad el Rey, implica una clara voluntad de provocación.
El año pasado, al enfrentarse dos equipos, con aficiones en la que se hizo patente una fuerte presencia de ambiente nacionalista (Barcelona y Bilbao), la provocación fue hacía los representantes de las Instituciones del Estado. Este año no ocurre así, el Barcelona se enfrenta al Sevilla, y las provocaciones separatistas catalanas, el uso político del partido, puede tener consecuencias indeseadas, sobre todo si tuvieran que intervenir las Fuerzas de Seguridad, algo que siempre se quiere evitar.
Las citadas fuentes comentaron a este periódico que se ha detectado en Cataluña en las últimas horas a grupos que, al tener conocimiento de la prohibición de entrar con la «estelada» al estadio en el que se va a jugar la final, estudiaban hacerlo con la bandera de los Estados Unidos de Norteamérica, «porque tiene muchas más estrellas», lo que no deja de ser una «tontería».
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