Juegos Olímpicos

Barcelona

Mejor de lo esperado

España consiguió que no se repitiera lo de Daegu hace dos años

La Razón
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Acaban de finalizar los Campeonatos del Mundo de Atletismo disputados en Moscú (Rusia) y nos han deparado enormes duelos emocionantísimos. Muchos de ellos han marcado grandes momentos de la historia del atletismo. La estrella indiscutible ha vuelto a ser el velocista jamaicano Usain Bolt, que se va a llevar de vuelta a su isla caribeña otras tres medallas de oro: el 100 metros, el 200 metros y el relevo 4x100 metros. Sus marcas quizás no hayan sido tan galácticas como las de antaño, pero el espectáculo de este gran ídolo de masas ha hecho vibrar de nuevo al mundo entero. Todos los atletas debemos reconocer y agradecer que la mera presencia de este formidable velocista impulsa a nuestro deporte mediáticamente. Muy similar a las de su compatriota fueron las tres victorias de la jamaicana Shelly Ann Frasher-Pryce en las mismas pruebas que Bolt. Fue secundada, aunque siempre a cierta distancia, por la marfileña Murielle Ahoure tanto en los 100 metros como en los 200 metros.

La otra gran estrella mundial de los mundiales fue el británico nacido en Somalia Mohamed Farah. Después de hacer un fantástico doblete en los Juegos Olímpicos de Londres, volvió a repetir con solvencia ganando los 5000 metros y los 10.000 metros. En las dos carreras fue secundado por dos corredores etíopes: Ibrahim Jeilan (el anterior campeón del mundo) en 10.000 metros y Hagos Gebrhiwet en 5000 metros.

Pero las pruebas que más recordaremos de estos Campeonatos del Mundo de Moscú van a ser indiscutiblemente la altura masculina y la pértiga femenina. La altura masculina fue disputada por los mejores saltadores de los últimos tiempos. Desde la época del cubano recordman del mundo Javier Sotomayor no recordábamos un nivel similar. Este duelo fue ganado por el ucraniano Bohdan Bondarenko con una altura de 2,41 metros. Esta marca supone el récord de los Campeonatos del Mundo, y la plata y el bronce se las llevaron el qatarí Barshim (otro saltador que este año ha superado la mítica barrera de los 2,40) y el canadiense Drouin, respectivamente, saltando los dos una altura de 2:38 metros. Esta final va a ser recordada siempre como la que más nivel ha tenido de toda la historia de esta prueba hasta el momento.

La otra gran prueba, la pértiga femenina, no fue de tanto nivel atlético, pero tuvo una connotación sentimental mayor. Yelena Isinbayeva, la mejor atleta de la historia de la pértiga, que posee actualmente el récord del mundo, anunciaba su retirada después de disputar el Mundial de su país, Rusia. Después de ser campeona olímpica en Pekín en el año 2008 no se le había vuelto a ver ganar un gran campeonato como para ella era costumbre. Muchos creían que no sería jamás la de antes. Era su última oportunidad de revindicarse. Y además lo tenía que hacer delante de su gente, de su pueblo. El reto era muy difícil ya que la actual campeona olímpica, Jenn Suhr, estaba en la pista. Esta gran atleta norteamericana le había arrebatado a Yelena este año el récord del mundo indoor y se presentaba como la gran favorita. Se vio a la rusa más activa, alegre y competitiva que en las últimas competiciones. Parecía que hubieran retrocedido en el tiempo cinco años. Era la mejor de siempre y su público la alentaba y sacaba lo mejor de ella. Ganó como a ella le gusta, levantando a un estadio y dando mil y una muestras de talento, alegría y personalidad.

La actuación de los nuestros fue mejor de lo que se esperaba y mejor que la de los últimos Campeonatos del Mundo celebrados en Daegu (Corea). Miguel Ángel López sacó una merecida medalla de bronce en los 20 kilómetros Marcha. Mostró una gran frialdad durante toda la prueba y también una técnica de marcha muy depurada. Es un chico joven de 25 años que ya fue quinto en los últimos Juegos Olímpicos. Ya ha conseguido una gran medalla a nivel mundial y se espera mucho de él en el futuro. Al igual que Eusebio Cáceres, que fue cuarto en una final de mucho nivel en la que se quedó a un centímetro de la medalla de bronce. Estos dos atletas representan ahora mismo al futuro del atletismo español.

La otra medalla vino a cargo de la veterana y gran capitana de la selección española, Ruth Beitia. Empató con la favorita, la rusa Anna Chicherova, y las dos se llevaron el bronce. La de Ruth fue la medalla al trabajo y a la perseverancia. Después de llevar toda una vida dedicada al atletismo, está recogiendo los frutos en su última etapa como atleta. El año pasado ya fue campeona de Europa al aire libre y 4ª clasificada en los Juegos Olímpicos. Este año se ha proclamado campeona de Europa «indoor» y ahora recibe esta medalla en un Mundial al aire libre. Bravo por ella.

También se clasificaron en puestos de finalistas Alessandra Aguilar (quinta en maratón) y la marchadora Beatriz Pascual (sexta en los veinte kilómetros). Las dos haciendo sendas grandes carreras.

Además, la selección española se viene de Moscú con dos records de España en velocidad. Bruno Hortelano batió el de los 200 metros dejándolo en 20.47 segundos y clasificándose para la semifinal. También nuestro equipo de relevos de 4x100 metros, compuesto por Viles, Ruiz, Hortelano y Rodríguez, consiguieron batir el récord nacional en las series con 38.46 segundos.

Fue un gran Campeonato del Mundo en el que disfrutamos de una gran competitividad a la vez que deportividad, como este bonito deporte nos tiene acostumbrados.