Lorenzo acepta el reto de Ducati

Ya está hecho. El secreto a voces peor guardado de las últimas semanas se ha hecho hoy oficial: Lorenzo dejará Yamaha el 31 de enero de 2016 para correr las dos próximas temporadas con los colores de Ducati.

Ya está hecho. El secreto a voces peor guardado de las últimas semanas se ha hecho hoy oficial: Lorenzo dejará Yamaha el 31 de enero de 2016 para correr las dos próximas temporadas con los colores de Ducati. Un reto complicado, del que Rossi dijo que había que tener mucho “valor” para afrontar.

Jorge parece que tiene ese coraje del que hablaba el italiano y ha tomado la decisión. Los dos equipos implicados han anunciado la noticia en un corto espacio de tiempo. A las 16:02 llegaba el correo electrónico de Yamaha confirmando que los caminos de la marca japonesa y del piloto balear se separaban a finales de curso. Su todavía equipo le daba las gracias por los servicios prestados, que mirando los números son muchos y muy valiosos: 3 títulos mundiales de MotoGP (2010, 2012 y 2015), 41 victorias y 99 podios en 141 carreras.

Lorenzo y Yamaha han demostrado ser un binomio poderoso y perfecto en la mayoría de ocasiones, por eso quizá Jorge había repetido en varias ocasiones que su sueño era ser siempre piloto Yamaha e incluso mantenerse en la estructura de la escudería una vez le llegase el momento de la retirada. Fue el equipo que le permitió dar el salto a la categoría reina y con el que ha sido feliz durante nueve temporadas con la actual. Hace dos años, en la anterior renovación, ya aparecieron los rumores de su marcha a Ducati, especialmente por la presencia de Gigi Dall'Igna en el equipo italiano como máximo responsable. El mismo que estaba al frente de Aprilia cuando Lorenzo ganó sus dos títulos de Moto2.

Finalmente, Jorge se decidió a seguir en Yamaha, pero algo empezó a cambiar a finales del curso pasado. El “99” no se sintió protegido por los suyos en la polémica con Valentino Rossi y en la escudería sentó mal que el español acudiese a dar su versión al TAS sin que el tribunal se lo hubiese pedido. Lorenzo ganó el título merecidamente en la última carrera, y ni así ha recibido, según él, el trato que merece un campeón vigente. Pidió renovar primero y antes del comienzo de la actividad en 2016, pero la extensión de contrato que anunció Yamaha fue la de Rossi, gran líder espiritual y económico (por los patrocinadores que arrastra) para la marca de los tres diapasones.

Al mismo tiempo que Jorge se sentía poco valorado, Ducati regresó a la carga con una mega oferta. Tienen la moto más potente del momento y que cada vez mejora más en los puntos débiles, pero necesitan una estrella. Un piloto de la súper élite que ponga a prueba de verdad la competitividad de la Ducati. Stoner fue el último que ganó un título y una carrera vestido de rojo y ahora es Jorge quien acepta el reto de domar ese “caballo”.

El dinero no es la principal motivación del campeón para cambiar de equipo, aunque es cierto que la oferta de Ducati es irrechazable. Se habla de 14 millones de euros que podrían alcanzar los 16 si se cumplen todos los objetivos. Yamaha le había hecho una buena oferta y le había puesto un plazo para contestar. Él decidió darse un tiempo: “Estoy en una posición de privilegio y puedo elegir”, recordaba. También dijo que su decisión no se iba a ver afectada por agentes externos y finalmente ha sido la de irse a Ducati. Deja atrás una de las dos mejores motos de la parrilla para subirse en una incógnita, aunque es verdad que la Desmosedici tiene potencial suficiente para ser ganadora con Lorenzo al mando. Veremos...