Barcelona

Parón navideño: Dos meses con más riesgo de lesiones

El parón navideño unido a la acumulación de partidos convierte enero y febrero en peligrosos para los que continúen en Copa. Las rotaciones son fundamentales.

Parón navideño: Dos meses con más riesgo de lesiones
Parón navideño: Dos meses con más riesgo de lesioneslarazon

El parón navideño unido a la acumulación de partidos convierte enero y febrero en peligrosos para los que continúen en Copa. Las rotaciones son fundamentales.

Según los expertos, el músculo de un futbolista no se recupera en su totalidad hasta pasadas 72 horas después de un partido. El Villarreal tendrá 60 y media entre su duelo del jueves contra el Real Madrid y el de mañana ante el Eibar. El Madrid dispondrá de 67 para medirse a la Real Sociedad en el Bernabéu. «No lo entiendo. No tenemos descanso. Nos están matando los horarios. Pero nada, vamos a jodernos y a pelear. No hay tiempo para prepararse con estos horarios, con menos de tres días. Sólo podemos descansar y recuperar», se quejó Luis García, técnico de los «amarillos». Con enero llega la Copa del Rey, un torneo precioso cuya final siempre es un día especial, pero que añade un peligro a los que la van a disputar: no hay descanso, dos encuentros cada semana para los que sigan avanzando en la competición del KO. El cóctel se completa con que todo ella llega después de las vacaciones de Navidad, que han sido de unos ocho días. «No es correcto que después de un parón así se jueguen tantos partidos. La combinación hace que aumente el riesgo de lesión», explica Eduardo Urtasún, ex preparador físico de las selecciones de Colombia y Argentina. «En ese tiempo se puede llegar a perder la forma. Depende de cada jugador, algunos necesitan una preparación específica», añade.

Habrá que estar atento a las próximas jornadas para sospechar quién ha sido bueno y quién no. Cada futbolista se va de vacaciones con unos deberes, unos ejercicios para mantener el estado físico, pero es difícil que los cumplan a rajatabla en un periodo tan festivo, y los que no lo hacen tienen más posibilidades de visitar la enfermería en este vertiginoso mes de enero. Los equipos que disputan la Liga Europa, si son capaces de llegar a la final de Copa (pueden ser Sevilla, Valencia, Betis y Villarreal), no tendrán una semana entera para descansar hasta la del 18-24 de marzo. Los de la Liga de Campeones (Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid) tendrían sólo una (la del 11-17 o la del 18 al 24 de febrero). La media es de un partido cada 3,3 días. «Los jugadores cogen la forma disputando partidos, y eso es peligroso. No hay espacio para programar entrenamientos de alta intensidad, que son los que sí mejoran la condición física», prosigue Urtasún. De ahí que durante todo este tiempo los futbolistas lo único que hacen es jugar, recuperarse y volver a jugar. El Villarreal y el Madrid programaron un entrenamiento para ayer por la mañana (ambos equipos se acostaron de madrugada, los blancos más tarde aún que su rival, porque tuvieron que viajar hasta la capital), pero fue una sesión para descargar. Esos días lo que se puede hacer es movilidad, estimulación, bicicleta, elasticidad muscular, poner hielo y masaje. Nada de intensidad. Por todo eso, la profundidad de las plantillas es fundamental. «Necesitamos a todos los jugadores. Yo creo que todos tienen que estar metidos, comprometidos y trabajando con ilusión y alegría, como lo están. Son todos fundamentales, tenemos tres competiciones», dijo Solari al comienzo del año. La labor de psicólogos de los entrenadores para tener a todo el mundo enchufado es determinante. Zidane, en el segundo año que dirigió al Real Madrid, consiguió con éxito formar dos equipos, el A y el B, y por ello ganó la Liga y la Champions. El problema es que cuando la denominada «segunda unidad» baja el nivel, los técnicos suelen apostar por los teóricos titulares, con lo que se corre el peligro de que lleguen fundidos al final del curso.

La opción de disputar la Copa a partido único hasta cuartos de final se está estudiando para la próxima temporada. Aumentaría la emoción de la competición (¿quién no ha oído durante este mes la pregunta: «¿mejor «tirarla Copa o ir a por ella?») y aliviaría el calendario, aunque no demasiado, al ser sólo un par de rondas. Ya se probó algo parecido entre 2001 y 2006 y en varias ocasiones los «grandes» fueron eliminados por equipos de categorías inferiores.