Sucesos

«Tengo el impulso de violar y matar a una mujer». Así era el asesino de la golfista Celia Barquín

Collin Daniel Richards y la deportista españolas tenían 22 años, pero sus vidas había sido totalmente opuestas hasta que se cruzaron en el campo de golf en que se produjo el crimen

Collin Daniel Richards y la deportista españolas tenían 22 años, pero sus vidas había sido totalmente opuestas hasta que se cruzaron en el campo de golf en que se produjo el crimen

Tanto Celia Barquín, la joven golfista española asesinada ayer en Estados Unidos, como el autor del crimen, Collin Daniel Richards, tenían 22 años y vivían en la misma ciudad universitaria de Iowa, pero ahí acaban las coincidencias.

Sus vidas confluyeron en el campo de golf en que se produjo el crimen pero, hasta ese momento, no podían haber sido más diferentes. Mientras que la deportista cántabra, una de las mejores golfistas amateurs de España, estaba terminando su licenciatura en la Universidad Estatal de Iowa, su asesino era un exrecluso con una historia de violencia a sus espaldas.

Barquín soñaba con realizar el tour profesional y pasaba horas practicando en el Coldwater Golf Links, en Ames. Richards, mientras tanto, sin trabajo y sin hogar, había estado viviendo en una tienda de campaña en un campamento cerca del campo y había manifestado en alguna ocasión su deseo de «violar y matar a una mujer», según ha informado la policía.

Richards fue acusado de apuñalar a Barquin hasta matarla. En principio, la elección de la golfista española habría sido fruto del azar mientras jugaba al golf a plena luz del día el lunes por la mañana.

La golfista Celia Barquín intentó defenderse

La familia de Celia Barquín está «destrozada» e «intentando asimilar» lo ocurrido

Barquín era una gran promesa del golf en España y llegó a Iowa State para seguir su carrera, atraída por sus instalaciones, sus entrenadores y su campus. Se convirtió en una de las mejores deportistas en la historia de la escuela y estaba terminando su carrera de Ingeniería Civil tras haber agotado su elegibilidad atlética a principios de este año. Recientemente ganó un torneo amateur en Europa y compitió en el Campeonato Abierto Femenino de EE. UU.

Richards, por su parte, había vivido en pequeñas ciudades en todo el oeste de Iowa, residiendo con su madre, padre y abuelos en varias ocasiones. Terminó en Ames en enero de 2017 cuando lo internaron en un centro de rehabilitación tras violar su libertad condicional, según se desprende de los registros judiciales. Para entonces, tenía ya antecedentes por robo, conducta delictiva y acoso. Un juez revocó su libertad condicional y fue enviado a prisión en noviembre de 2017.

Richards abandonó la carcel estatal del sureste de Iowa en junio tras cumplir la sentencia y regreso a Ames, donde fue arrestado de nuevo apenas unas semanas después por haber sido encontrado desmayado en una licorería. Admitió que bebía mucho y que tomaba antidepresivos.

La policía dijo que los agentes recuperaron el cuchillo que Richards había entregado a sus conocidos después del asesinato, así como la ropa ensangrentada de sus pertenencias.

Un perro de la policía rastreó el olor de Barquín hasta un campamento de personas sin hogar situado junto a un arroyo cerca del campo de golf donde Richards había estado viviendo en una tienda de campaña, según la denuncia. Los oficiales encontraron a Richards con varios rasguños recientes en su rostro y una profunda laceración en su mano izquierda que trató de esconder, dijo.

Una persona que también estaba en este campamento le dijo a los investigadores que Richards había dicho en los últimos días que tenía “el impulso de violar y matar a una mujer”. Otra persona confesó a la policía que Richards llegó a su casa el lunes “despeinado y cubierto de sangre, arena y agua” antes de bañarse y marcharse.

Ya en el año 2014, Richards había sido acusado de abusar de una ex novia, robar una camioneta después de destruir su propio vehículo, usar un bate de béisbol para romper la ventanilla del automóvil y robar una gasolinera. En otra ocasión, una patrulla estatal le confiscó un cuchillo de grandes dimensiones.