Patrimonio

Denuncia por prevaricación contra el Gobierno de Castilla y León por declarar BIC la Pirámide de los Italianos

La ARMH considera que destinar bienes a su protección atenta contra las víctimas del franquismo

García Gallardo durante su visita a la Pirámide de los Italianos en Burgos
El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García Gallardo, durante su visita a la Pirámide de los Italianos en BurgosJcyl

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha presentado la denuncia que anunció cuando la Junta de Castilla y León declaró Bien de Interés Cultural (BIC) la Pirámide de los Italianos, el pasado mes de febrero.

El Gobierno de PP y Vox en la comunidad autónoma aprobó la protección del mausoleo ubicado entre las provincias de Burgos y Cantabria, un túmulo funerario en el que se inhumaron los restos de los soldados italianos enviados por Mussolini durante la Guerra Civil, caídos en la batalla del cercano Puerto del Escudo.

Esta asociación considera que el Gobierno de Castilla y León ha cometido un delito de prevaricación con esta declaración y pide a la Fiscalía que practique diligencias.

La ARMH asegura que la exaltación a los combatientes pertenecientes al Corpo Truppe Volontarie (CTV) que se simboliza en el monumento incurre “de manera directa en lo que la Ley 20/2022 en su artículo 35 denomina elementos contrarios a la memoria democrática personalizados en edificaciones y/o construcciones al conmemorar la sublevación militar”.

La ARMH entiende que el Gobierno autonómico de PP y Vox estaría también incurriendo en las conductas tipificadas como ilícitas en el artículo 39 de la misma Ley 20/2022 al firmar la declaración como BIC del monumento, ya que la normativa establece que “las administraciones públicas en ningún caso podrán otorgar subvenciones que tengan por objeto la realización de una actividad o el cumplimiento de una finalidad que atente, aliente o tolere prácticas calificadas como infracciones en el título IV de esta ley”.

Pirámide de los italianos
Pirámide de los italianosA. CruzLa Razón

Nada más producirse la declaración BIC, el presidente de la ARMH, Emilio Silva, consideró que se trata de "una prevaricación del libro" porque los responsables de la Junta "saben que no pueden enaltecer a unos soldados que vinieron a asesinar ciudadanos y compatriotas", y que, según él, "su principal misión en territorio español fue ayudar a instaurar un régimen fascista en España que había sido rechazado en las elecciones del 16 de febrero de 1936".

La asociación entiende que al ser declarada Bien de Interés Cultural, según la Ley 12/2002, de Patrimonio Cultural de Castilla y León en su artículo 24 determina que “los poderes públicos garantizarán la conservación, protección y enriquecimiento del Patrimonio Cultural de Castilla y León de acuerdo con lo establecido en esta Ley”, lo que entienden se traduce en la concesión de subvenciones o especiales protecciones en beneficio de la propia instalación.

Para la ARMH esto supone atentar contra las víctimas del franquismo.

La Fiscalía General del Estado deberá determinar ahora si el Ejecutivo autonómico vulnera la Ley de Memoria Democrática.

El pasado 10 de abril, los grupos PP y Vox en las Cortes de Castilla y León rechazaron una medida del PSOE y a la que se sumaron el resto de partidos que pedía al Gobierno autonómico la resignificación de la Pirámide de los Italianos.

e trata de una construcción piramidal de 20 metros de altura, de cemento forrado con placas calizas, proyectada por el arquitecto Attilio Radic y realizada por el capellán militar Pietro di Varzi, que se enmarca en la arquitectura de entreguerras dentro del racionalismo arquitectónico imperante en la época, según explicó la Junta.

En la documentación recabada consta que en julio de 1939 las obras, a falta de algunos detalles, estaban terminadas y el ministro de Exteriores de Italia, Galeazzo Ciano, se presentó en el lugar a fin de supervisar el entierro de los combatientes italianos, que hasta ese momento habían estado enterrados en diferentes cementerios de la zona.

La Junta detalla que en la actualidad este monumento ha sido "víctima del expolio y el vandalismo de las últimas décadas", y "emerge, con sus veinte metros de altura junto al embalse del Ebro y la Nacional 623, como un hito visual e histórico en la frontera entre Castilla y León y Cantabria.