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Carlos Moyá: «Rafa todavía confía mucho en sí mismo»

Carlos Moyá / Entrenador de Nadal. Admite que Rafa le mira ahora de otra manera. Después de más de 20 años de amistad, en 2017 ejercerá de técnico del campeón de 14 «Grandes»

Carlos Moyá junto a Rafa Nadal
Carlos Moyá junto a Rafa Nadallarazon

Admite que Rafa le mira ahora de otra manera. Después de más de 20 años de amistad, en 2017 ejercerá de técnico del campeón de 14 «Grandes»

Un amigo de toda la vida para reencontrarse con el tenista que fue. Carlos Moyá (27-8-1976, Palma de Mallorca) es el elegido por el «clan Nadal» para catapultar la carrera de Rafa.

–¿Con qué tenista se ha topado?

–Con uno muy motivado, con muchas ganas y con mucha ambición de intentar volver a ser el gran jugador que fue hace unos años y que ahora, sobre todo por las lesiones, no ha podido ser. No le han dejado competir como a él le gustaría.

–Llega después de situar a Milos Raonic como número tres del mundo, ¿qué puede aplicar en Nadal de esa etapa?

–Este año me ha permitido ver muchos partidos, fijarme en muchas cosas y ver cómo está el circuito, pero lo importante es que conozco a Rafa, a su equipo y su forma de trabajar desde hace muchísimos años. No va a haber un cambio radical en su carrera, ni mucho menos, pero sí que será positivo que entre alguien de fuera sin ser un completo desconocido. Quizá con alguien nuevo hubiese tardado un tiempo en adaptarse, en ver cómo funcionan las cosas, en conocer a todos... Tengo esa ventaja y conozco a todos incluso antes de que trabajaran con Rafa. Eso es algo que ha pesado en su elección.

–Se podría decir que al «clan Nadal» llega un técnico de la casa...

–Sí, porque el hecho de estar tan cerca me permitirá estar con él cuando esté en Mallorca y además está el tema de la Academia, que es un proyecto para él importantísimo y del cual me siento muy orgulloso de formar parte.

–¿Por qué en este momento Rafa ha decidido que entre un nuevo técnico? Era algo con lo que se especulaba hace años...

–No se lo he preguntado, aunque me lo puedo imaginar. Desde que Toni se pone en contacto conmigo y me dice lo de Rafa y la Academia, estoy muy receptivo. Quiero hablar con él también para saber cuáles son sus objetivos, cómo está de ambición, ya que él sabe también que a mí me cuesta viajar por el tema de la familia y que espero el cien por cien de dedicación de la persona más importante para meterme en el proyecto... Lo veo claro pronto y él me hace ver que confía mucho todavía en sí mismo. Ahora se trata de dar todos el máximo para bien del equipo porque eso será el bien de Rafa. Me hace mucha ilusión estar con él y meterme en el proyecto de la Academia, que es muy importante para él y su familia.

–¿Se imaginaba tener al lado de casa unas instalaciones así cuando empezaba?

–Es espectacular y está a la altura de los mejores complejos del mundo. Nadie podía soñar con algo así, pero gracias a Rafa y a su familia ha sido posible.

–¿En qué puede mejorar Rafa?

–Lo primero, lo más importante es que no tenga lesiones para que tenga continuidad y pueda desarrollar su mejor juego. La falta de continuidad es lo que le ha hecho jugar más tensionado y que algunos partidos que tenía que haber ganado se le escaparan. Eso era algo que no le había sucedido nunca y supone un punto de inflexión, un cambio de tendencia. A la que cambie esto, volveremos a ver al Rafa de siempre.

–Él llegó a hablar de que la lesión importante no era tanto física, como que estaba en la cabeza...

–Le he visto mucho mejor, está trabajando muy bien, fino, fuerte, con muchas ganas... Ese tema ya está superado. En el momento en que no se le escapen esos partidos que se le iban el año pasado volverá a estar al cien por cien.

–¿Hay mucha diferencia en la visión del tenis como entrenador, como comentarista y como responsable de un torneo?

–Cuando estás como jugador sólo te preocupas de jugar y entrenar. De entrenador te fijas mucho en la táctica, intentas ayudar a nivel

mental... Antes eran dos horas de tenis y preparación física y ahora te fijas en todo.

–¿Le mira Rafa de otra manera?

–Sí, porque el rol es nuevo. Rafa siempre ha sido muy respetuoso con su equipo técnico. El que yo le conozca tanto y que él me conozca tanto a mí va a ser un elemento muy positivo. Con otro jugador, quizá fuese un hándicap, pero como Rafa es muy respetuoso no será ningún problema.

–Becker, Lendl, ahora usted... el uso de ex jugadores como técnicos es cada vez más habitual...

–Pareció una moda y ahora se ha consolidado, sobre todo con los jugadores que están más arriba y que buscan dar un salto de calidad. De momento funciona muy bien y casi todos los ex jugadores se han integrado bien en un equipo de trabajo, que ahora es imprescindible. Para que el ex jugador aporte y sume tiene que haber un equipo muy bien engrasado. Toni, Francis, Juan Forcades, Maymó... Sin este equipo sería imposible que yo pudiera trabajar.

–¿Se ha llevado sorpresas?

–No, piensa que es el mismo equipo que estaba cuando yo entrenaba con él. Su preparador físico estaba conmigo cuando tenía diez años, a Toni le conozco desde que Rafa tenía cinco... Conocer a todo el equipo, conocer a toda la familia es una ventaja grande a la hora de empezar esta nueva etapa.

–¿Qué Djokovic espera ver después de Becker?

–Espero que el de la segunda parte del año (risas). El de los últimos dos años era una máquina, prácticamente imbatible. No es fácil después de dar un bajón volver a ser el jugador que lo ganaba todo cada semana, pero no es algo que descarte, ni mucho menos.

–¿Aguantará Murray la presión de ser número uno?

–Sí. Si Djokovic no vuelve a ser el jugador inalcanzable, Murray es lo suficientemente sólido como para aguantar esa presión.

–¿Ganará Federer otro «Grande» y aguantará más allá de 2017?

–Para ganar un grande sí está. No se puede descartar a alguien como él para ningún título.

–¿Ve a los jóvenes (Thiem, Zverev...) explotando este año?

–Thiem ha dado ya un salto de calidad y Kyrgios y Zverev, en dos años, pueden saltar al número uno. Es ley de vida que vengan pronto caras nuevas.

«Hasta luego Lucas»

En el próximo Abierto de Australia se cumplirán 20 años del inolvidable «Hasta luego Lucas» que pronunció Carlos Moyá después de caer en la final del primer «Grande» de la temporada ante Pete Sampras. Fue en 1997 y el torneo que se disputará en Melbourne desde el próximo 18 de enero será la primera cita en la que Moyá viaje y ejerza como técnico de Nadal.