Open de Australia | Carreño al juez de silla: “Hijo puta, cabrón”

Nishikori remontó dos sets al gijonés (6-7 [8/10], 4-6, 7-6 [7/4], 6-4 y 7-6 [10/8]), que se marchó sin despedirse del juez de silla e insultándolo al quejarse por una bola en la que pidió el Ojo de Halcón. Pliskova no dio opciones a Muguruza (6-3 y 6-1).

Pablo Carreño fue presa de los partidos de Grand Slam, que se disputan al mejor de cinco sets. Ganar los dos primeros con un gran tenis es estar más cerca de la victoria, pero todavía lejos de ella, sobre todo cuando enfrente hay un jugador como el japonés Nishikori, un hombre de hielo, impasible en apariencia (la procesión va por dentro) a lo que está sucediendo en la pista. Pero el triunfo del sexto favorito fue con polémica. Después de la remontada del nipón, tuvo saque con 5-4 para llevarse el partido en el último set, pero Carreño le hizo un «break». Se agarró al encuentro, con pundonor, con el tenis completo y equilibrado que ha mostrado en Melbourne. El partido llegó al súper «tie break», el nuevo sistema para decidir los partidos en este Abierto de Australia para evitar que los duelos se alarguen hasta el infinito, aunque este de octavos de final pasó las cinco horas. Es como un desempate normal, cuando se llega al 6-6, pero hay que ganar diez puntos en lugar de siete. Empezó firme Carreño y tomó ventaja hasta llegar al 8-5, el momento clave. El siguiente punto fue disputadísimo, como tantos otros, el español fue a por una dejada, la cantaron fuera, llegó Nishikori y remachó. Carreño pidió el Ojo de Halcón, pero el juez de silla entendió que era tarde. La repetición demostró que la pelota era buena. Se tenía que haber repetido el punto, pero se lo dieron a Nishikori. Era un momento importantísimo, porque hubiera dado al gijonés cuatro pelotas para ganar el encuentro. Pero del posible 9-5 se pasó al 8-6. Descentrado, no sumó nada más el español, que perdió el partido (6-7 [8/10], 4-6, 7-6 [7/4], 6-4 y 7-6 [10/8]) y los nervios. Saludó a su oponente, pero no al juez de silla, al que además insultó mientras se marchaba, «Hijo puta, cabrón», le gritó cuando se marchaba a los vestuarios. No pudo unirse Carreño a Nadal y Bautista en los cuartos de final. La sorpresa de la jornada fue la eliminación de Alexander Zverev, cuarto favorito, que no le toma la medida a los torneos de«Grand Slam». Su verdugo fue Raonic (6-1, 6-1 y 7-6 [7/5]).

Donde no queda representación española es en el cuadro femenino, después de que la checa Karolina Pliskova pudiera con Garbiñe Muguruza (6-3 y 6-1).« Ha sido un muy buen comienzo de año, primero en la Copa Hopman con David Ferrer y después aquí, donde las tres victorias conseguidas me han ayudado mucho», valoró la tenista de origen venezolano, que ante Pliskova tuvo muy pocas opciones. Pliskova, una pegadora nata que toma muchos riesgos, apenas cometió tres errores no forzados en todo el encuentro. Cuando tiene un día así, es muy complicada de batir. Muguruza aguantó sólo el comienzo del primer set. Quizá se empiece a notar en la checa la mano de Conchita Martínez, la mujer que asesoró a Garbiñe cuando conquistó Wimbledon en 2017 y que ahora está en el equipo de Pliskova. «Karolina ha sacado muy bien desde el principio. Está claro que Garbiñe podría haber jugado mejor, pero Karolina le ha incomodado con su juego», explicó Conchita en los micrófonos de Eurosport.«Pero durante la semana he visto en Garbiñe esa cara de concentración y esa garra que demuestra que está bien. Yo creo que ha empezado bien el año», añadió. Pliskova se enfrentará ahora contra Serena Williams, que pudo con la primera favorita, Halep (6-1, 4-6 y 6-4).