Torneos
Los viejos fantasmas de Nadal
Se retira de París-Bercy por unas molestias en la rodilla y peligra su participación en el Masters. Nadie ha jugado más que él en 2017
Se retira de París-Bercy por unas molestias en la rodilla y peligra su participación en el Masters. Nadie ha jugado más que él en 2017.
«Nadal ha vuelto». Éste ha sido uno de los grandes titulares del deporte nacional y planetario en 2017, escrito en todo el mundo cuando el zurdo de Manacor disputó la final del Abierto de Australia, arrasó en tierra como en sus mejores momentos, o con más superioridad todavía, con el colofón del triunfo en Roland Garros; y continuó su racha ganando también el Abierto de Estados Unidos y recuperando el número uno del mundo que se ha asegurado al menos hasta el año que viene. Tan largos de escribir son sus logros como difíciles de conseguir. Pero la principal conquista del español ha sido lograr jugar sin dolor. Ahí está el origen de todo.
Sano, es capaz cualquier cosa en cualquier superficie, uno de los mejores tenistas de la historia; con dolores o molestias, le entran las dudas y se convierte en un jugador más vulnerable. Con algunas medidas, como perder un poco de peso, y con una buena recuperación y pretemporada tras parar en octubre de 2016, el curso estaba yendo como la seda. Pero de nuevo se le ha hecho un poco largo. En la final de Shanghái contra Federer ya lució un vendaje en la rodilla derecha que hace tiempo que no se le veía. En los octavos de final de París-Bercy contra Cuevas pidió la asistencia médica para ser vendado de nuevo, sufrió mucho para ganar; y, finalmente, en cuartos del torneo de la capital de Francia decidió parar.
Tenía que haberse enfrentado al croata Krajinovic, pero la salud es lo primero. «Es obvio que la rodilla no está al cien por cien», dijo el jueves por la noche. «No estoy para jugar tres partidos más», afirmó ayer, cuando anunciaba que no podría jugar los cuartos. «Llevo al límite mi cuerpo. Estamos en el final de la temporada. Es normal que estas cosas ocurran. Mi rodilla siempre me incomoda un poco, pero, a veces, es peor. Y ahora está un poco peor», explicó. Los problemas en las rodillas los tendrá siempre, la cuestión es minimizarlos, que no se conviertan en una tortura, lo que hasta ahora había logrado en 2017. Pero por mucho que haya intentado cuidarse, Nadal ha llegado cargado al final del curso por culpa de la eterna espiral diabólica del circuito. Rafa ha disputado 17 torneos sin apurar demasiado (los Masters 1.000, los Grand Slams y algún 500; quizá la única decisión cuestionable ha sido la de jugar en Pekín, hace justo un mes) y como sus resultados han sido tan buenos ha llegado a los 77 partidos, más que nadie. Son 24 duelos más que Federer, pero el suizo es un caso aparte porque a sus 36 años está llevando al extremo la dosificación de su cuerpo y, por ejemplo, se saltó la temporada de tierra entera. Zverev, actual número 4 del mundo, ha llegado a los 75 encuentros en 25 torneos, pero tiene 20 años.
En realidad, la situación no es nueva para el español. El Masters 1.000 de París-Bercy es de los pocos que no ha conquistado. De hecho, en los diez años anteriores había jugado cinco veces y otras cinco fue baja. En 2017 ha participado para retirarse y ahora está en duda su participación en las Finales ATP (12-19 de noviembre), el Masters de toda la vida, que enfrenta a los ocho mejores del mundo en Londres.
Por idéntico motivo al de antes (la acumulación de esfuerzos), Nadal también se ha perdido cuatro de las últimas nueve ediciones de la cita que pone punto y final al curso. Y posiblemente por la misma razón también es el único gran título que no está en su palmarés (ha jugado dos finales, en 2010 y 2013). «Haré un tratamiento para llegar a Londres, pero esto no va sobre estar allí, va sobre el largo plazo. Creo que lo esencial es la salud y lo más importante es lograr seguir jugando al tenis el máximo tiempo posible», asegura Nadal. De sus palabras se desprende que en caso de que haya dudas razonables (a tope ya ha reconocido que no estará) la opción será parar ya para intentar tener un 2018 parecido a 2017: sano y, a partir de ahí, victorioso.
Del Potro, sin Masters
El partido que no pudo jugar Rafa llevó al serbio Filip Krajinovic directamente a las semifinales del torneo francés, en las que se enfrentará hoy a John Isner, que pudo con Del Potro (6-4, 6-7 y 6-4). El estadounidense mantuvo así sus opciones de participar en la Copa de Maestros al mismo tiempo que acababa con las ilusiones del argentino de viajar la semana que viene al O2 de Londres.
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