Open de Australia

Rafa Nadal confirma su excelencia contra Berdych

El español da una exhibición para vencer al checo por 6-0, 6-1 y 7-6 (7/4) y ahora se enfrentará en cuartos al joven estadounidense Tiafoe, que sorprendió a Dimitrov

Rafael Nadal celebra su victoria
Rafael Nadal celebra su victorialarazon

El español da una exhibición para vencer al checo por 6-0, 6-1 y 7-6 (7/4) y ahora se enfrentará en cuartos al joven estadounidense Tiafoe, que sorprendió a Dimitrov.

Rafa Nadal tuvo que salvar una pelota de «break» en el primer juego del partido. Se preveía un duelo complicado. Lógico, enfrente estaba Berdych, un viejo enemigo, renacido en este comienzo de 2019 después de haber caído mucho en el ránking por culpa de un año complicado por las lesiones. Pero la previsión estuvo lejos de lo que sucedió en realidad. El número dos del mundo afinó su raqueta, y echó humo de tantas derechas ganadoras o dañinas para su rival que metió. El checo, un gran pegador, entró en crisis. Sin la ayuda de su servicio durante mucho rato (sólo 38 por ciento de primeros saques dentro en el set inicial, sólo el 35 en el segundo), Berdych no encontraba la manera de desbordar al balear. Nadal sacaba bien, restaba bien y podía efectuar su golpe preferido con comodidad. Tuvo a su oponente de un lado para el otro, y, en movimiento, los golpes del checo pierden efectividad. De esta manera ganó nueve juegos seguidos el zurdo de Manacor. Al décimo se llevó el primero Berdych, y lo celebró levantando el puño. El público le dio una ovación de esas que tienen cierto tono de humillación, que vienen a decir: por fin, ya era hora. Pero fue un pequeño paréntesis, porque el set se lo llevó Nadal por 6-1 después del 6-0 anterior.

Le estaba dando una paliza Rafa a un oponente que estaba teniendo un gran rendimiento en Australia, con triunfos ante Edmund y Schwartzman. Muy metido en la pista, muy agresivo, se está viendo una versión de Nadal fantástica en todos los sentidos: físico, tenístico y mental. Sus piernas se mueven, llega bien a golpear y la pelota le corre. La comodidad de las dos primeras mangas no era lógica, y en el tercer parcial hubo partido. Mejoró el porcentaje de servicios de Berdych y el duelo se equilibró. Nadal tuvo sus primeras dificultades justo al final del set. Después de ganar tres juegos en blanco con su saque, su rival empezó a restar algo mejor e incluso dispuso de una pelota para ganar el set, que Rafa salvó con un saque una derecha, la jugada que tanto está repitiendo en Melbourne. Se llegó al «tie break», y también tomó ventaja el checo, 4-3, pero perdió dos puntos seguidos y se enfadó con el mundo. Se quejó al juez de silla, el carismático Mohamed Lahyani, por el reloj que cuenta los segundos que se tienen para sacar. El árbitro confesó después: «Está estropeado». El checo se descentró y Nadal siguió a lo suyo para cerrar el partido y meterse en los cuartos de final. Terminó el choque con más golpes ganadores (32 por 24) que un rival que tiene en ellos su estilo de juego.

Ahora le espera una sorpresa, el joven estadounidense Frances Tiafoe, que justo el día que cumplió 21 años se regaló un triunfo ante Dimitrov (7-5, 7-6 [8/6], 6-7 [1/7] y 7-5). Tiafoe es un saco de músculos de casi 90 kilos que se mueve muy bien por la pista y que tiene una gran derecha. Ha celebrado sus triunfos homenajeando al jugador de la NBA LeBron James. Es valiente. Está crecido. «Que se prepare», dijo cuando le preguntaron que qué pasaría si su próximo rival era Nadal (el partido contra Berdych todavía no había terminado).