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La encrucijada de Nadal

Todavía afectado por un inoportuno virus estomacal, Rafa renuncia a jugar en Australia n Si puede, reaparecerá con la arcilla en febrero

Imagen de archivo datada el 31 de diciembre del 2011 del tenista español Rafael Nadal
Imagen de archivo datada el 31 de diciembre del 2011 del tenista español Rafael Nadallarazon

Madrid- El 28 de junio fue derrotado por el número 100 del mundo en Wimbledon. La victoria del checo Lukas Rosol sobre Rafa Nadal tuvo, después de todo, mucha más trascendencia de lo imaginable. Lo último es que el virus estomacal que le atacó en Navidad ha frenado su vuelta a las pistas: primero, en Abu Dabi; después, en Doha, y, por último, en el Abierto de Australia que comienza el 14 de enero.

Desde aquella inesperada derrota del 28 de junio, seis meses ya, la rotura parcial del ligamento rotuliano de la rodilla izquierda ha ido aplazando cualquier intento de reaparición, incluido el desfile en Londres 2012 como abanderado del equipo español. Rafa optó por recuperarse sin pasar por el quirófano con tratamientos ya experimentados y exitosos como el de plasma rico en plaquetas (PRP) que el doctor Mikel Sánchez le aplica en Vitoria; probó, pero en esta ocasión no surtió los efectos inmediatos deseados. Cuando el galeno le vio por primera vez, hace dos años, le costó trabajo asumir que el tenista podía competir con las rodillas tan maltrechas.

Durante estos meses se ha entrenado con una cinta de correr antigravedad que ha limitado los dolores. Cuando avanzaba hacia las pistas de Abu Dabi, un virus estomacal que le produjo fiebre ha frenado en seco la reaparición. Hubiese jugado a partir del 31 en Doha, sobre cemento; pero no es aconsejable porque no está plenamente recuperado de esta gastroenteritis y, sin la preparación adecuada, no podía presentarse en Australia y jugar a cinco sets sobre una superficie dura. «Muy a mi pesar no podré reaparecer cuando habíamos previsto. Tal y como dicen los médicos y mi equipo, lo más prudente es hacer las cosas bien. Este virus ha retrasado todos mis planes. Mi reaparición tendrá que esperar hasta el torneo de Acapulco, si bien no descartaría la posibilidad de hacerlo en algún torneo antes», explicó Nadal en un comunicado.

Acapulco empieza el 25 de febrero; una semana antes, la arcilla de Buenos Aires podría servirle de punto de partida. Si Nadal no consigue arrancar en tierra batida, su hábitat, después de ocho meses varado se encontraría en una encrucijada con tres alternativas: el quirófano, los métodos de recuperación ya experimentados (?) o la retirada con 26 años.

No obstante, las noticias que transmite su entorno no son inquietantes. El doctor Cotorro resta importancia al frenazo: «Dadas las circunstancias, y teniendo en cuenta que Doha empieza la semana entrante, no estará en condiciones físicas suficientes para seguir con el proceso de readaptación necesario, haciendo también imposible su participación en el Abierto de Australia». Rafa aclara que no es un problema de rodilla, «que está bastante bien». Y Toni Nadal, su entrenador, incide en lo conveniente del aplazamiento: «No creo que Rafael pueda estar preparado para afrontar una competición tan exigente (Australia) con tan poca preparación. Es verdad que hemos tenido algo de mala suerte con esta complicación, pero qué se le va a hacer». Paciencia.