Tenis

La profecía de Nadal (y de casi todo el mundo) sobre Thiem en Roland Garros que no se ha cumplido

El austriaco, finalista de 2018 y 2019 en la Philippe Chatrier, no entra en el cuadro final tras caer en la fase previa. Con 30 años, ha anunciado su retirada por culpa de las lesiones

Dominic THIEM of Austria during third qualifying day of Roland-Garros 2024, ATP and WTA Grand Slam tennis tournament on May 22, 2024 at Roland-Garros stadium in Paris, France - Photo Matthieu Mirville / DPPI AFP7 22/05/2024 ONLY FOR USE IN SPAIN
TENNIS - ROLAND GARROS 2024 - PREVIEWSAFP7 vía Europa PressEuropa Press

Cuando Rafa Nadal dijo en el discurso de ganador de Roland Garros en 2018 y 2019 a su rival, que fue el mismo en las dos ocasiones, Dominic Thiem, aquello de “seguro que tienes la oportunidad de ganar aquí en el futuro” podía haber una parte de educación y protocolaria en sus palabras, pero lo que había seguro era una parte de realidad. El tenista austriaco tenía el juego para triunfar en la tierra batida. Tenía los golpes con mucha curva, con efecto, un estilo muy adaptado a la superficie más lenta, unido a la garra y la potencia que ponía en cada golpe, que parecía que era el último del partido, sobre todo con su revés a una mano.

En 2018 perdió con el español ese último partido por 6-4, 6-3 y 6-2. En 2019 consiguió llevarse un set, pero también sucumbió: 6-3, 5-7, 6-1 y 6-1. En 2016 ya había llegado a semifinales (derrota ante Djokovic), y en 2017, también (pierde con Rafa). Sólo dos tenistas han ganado cuatro veces en tierra a Nadal: uno es Djokovic, que lo ha conseguido en 8 ocasiones, y el otro es Thiem, que firmó cuatro de sus seis triunfos ante el zurdo sobre polvo de ladrillo. Gaudio le ganó tres veces, pero a un todavía adolescente Nadal. Y, para poner en valor el dato, Federer y Murray sólo dos.

Era el heredero, como decían algunas portadas, aunque él respondía con buen criterio que "nadie puede ser el heredero de Nadal", pero el deportes a veces tiene giros inesperados. De ahí la importancia de disfrutar el momento, aplicable a la vida en general. Las lesiones de los últimos tiempos se convirtieron en una tortura para él. En 2021 sufrió un desgarro en la muñeca derecha y ha estado temporadas larguísimas sin jugar. Regresó, pero no ha podido volver a ser el mismo. Eso le ha llevado a anunciar la retirada este curso (en septiembre cumple 31 años, joven para hoy en día).

Este de 2024 era, por tanto, el último Roland Garros, y la profecía de Rafa no se cumplió. Es más, no sólo no lo va a ganar, es que tampoco va a poder disputar el cuadro final. La organización del torneo no le reservó una de las invitaciones, y eso generó cierta polémica, aunque el propio Thiem le quitó importancia. “Honestamente, he tenido mucho tiempo para tener un buen ranking. Tuve suficientes torneos y suficiente tiempo para subir en el ranking y no lo hice, así que no lo merecía, está bien. He tenido 10 apariciones en el cuadro principal en los últimos años, así que es más que suficiente”, aseguró.

Ha tenido que disputar la fase previa. En su primer partido venció remontando al italiano Agamenone (3-6, 6-3 y 6-2). Pero en la segunda el finlandés Virtanen le cortó el camino (6-2 y 7-5). El encuentro se disputó en la pista Suzanne Lenglen, casi llena de público, que dedicó una ovación al jugador austriaco, lo que demuestra que es un jugador muy querido.

Después, Thiem dijo unas bonitas palabras. “Muchas gracias, no sólo por el partido hoy, sino por el de hace dos días. Jugar ante todos vosotros en este estadio lleno, donde tengo tantos buenos recuerdos, ha sido una gran despedida. Hay un vínculo especial con este torneo. Jugué la final de júnior y poco a poco fui forjando una gran relación con el torneo y con todos vosotros. He tenido tantos buenos resultados, recuerdos y experiencias... Es el Grand Slam con mis mejores resultados, así que he disfrutado mucho cada año. Gracias”, dijo el tenista.

Thiem ha podido ganar Roland Garros, pero sí conquistó un Grand Slam, el US Open de 2020, el del año de la pandemia, sin público, en el que remontó dos sets a Zverev: 2-6, 4-6, 6-4, 6-3 y 7-6 (8/6). Ese mismo curso también disputó la final del Open de Australia, torneo en el que eliminó a Nadal. Después del éxito en Nueva York, empezaría su tortura.