Tenis

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Radwanska descontrola a Garbiñe

Francisco Martínez

Garbiñe Muguruza
Garbiñe Muguruzalarazon

El tenis sutil de la polaca dispara los errores no forzados de la española, que se queda en semifinales del torneo de maestras. En dobles sí jugará la final junto con Carla Suárez

Por mucho que uno quiera, muchas veces no se puede evitar la derrota. Quería Garbiñe Muguruza con toda su alma seguir haciendo historia y meterse en la final del torneo de las elegidas en su primera participación. Lo intentó en una bonita batalla contra la polaca Radwanska, pero siempre fue a remolque, curiosamente, aunque su tenis sea dominante. Trató de ganar la hispanovenezolana con sus potentes tiros, aunque sin muchas ideas, nublada quizá por la agónica semana que está viviendo en Singapur, en la que ha jugado partidos domingo, lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado por partida doble y hoy también lo hará, porque aunque perdió las semifinales individuales(6-7 [5/7], 6-3 y 7-5) , sí disputará la final por parejas junto con Carla Suárez y contra el dúo número uno del mundo (la veterana suiza Martina Hingis y la india Sania Mirza), después de vencer a las checas Hlavackova y Hradecka por 7-6 (8/6) y 6-0.

A Radwanska la conocen en el circuito como la «maestra», por el dominio que tiene de todos los golpes y escenarios. Es una especie en extinción ante el catálogo de tenistas pegadores que mandan ahora, pero a Garbiñe la dominó siendo dominada. ¿Cómo? La polaca es una jugadora que te embauca con su tenis. Pasa muchas pelotas por encima de la red, no especialmente fuertes, no especialmente colocadas, y deja que todo el peso lo lleve la rival salvo que vea el tiro muy claro. Es de las pocas jugadoras que tiene un gran revés cortado o que se mueve con soltura en la red. Te cambia el ritmo, ves que puedes, que mandas, pero si no controlas los errores no forzados, cuando miras el marcador vas perdiendo. Intimidó Muguruza como siempre con el resto de revés y comenzó con un «break» a favor para, en un momento, verse 1-4 abajo. Esa cifra fue mágica ayer para la española durante muchos momentos. En el primer set la logró remontarlo y forzó el «tie break», en el que también se vio 1-4 abajo y que también consiguió dar la vuelta. En el segundo parcial la desventaja fue 0-4 y la remontada se quedó cerca. En el tercero, de nuevo se vio con el dichoso 1-4 y otra vez peleó con bravura para equilibrarlo. Poco se puede recriminar cuando uno lo deja todo en la pista. Notablemente cansada, su pegada la mantenía en el partido, mientras su rival le seguía tendiendo trampas: una dejada por aquí, una invitación a que se acercara a la red por allá... Todo dependería de la inspiración de Muguruza, que por momentos colapsó. Se fue hasta 49 golpes ganadores, pero no compensó porque el riesgo le costó 59 errores no forzados. Uno último estrellado contra la red, que en el parcial final se le hizo muy alta, dejó a Garbiñe fuera de la lucha por el título, aunque en la pista no perdió la sonrisa. 2015 ha sido el año en el que ha demostrado que está entre las mejores del mundo y su próxima temporada promete. Comenzará como la número tres del mundo.

Radwanska peleará por el torneo de maestras contra Kvitova, que también dio la sorpresa al eliminar a Maria Sharapova. La rusa desaprovechó un 5-1 en el segundo set para acabar cediendo por 6-3 y 7-6 (7-3). Las dos tenistas fueron «rescatadas» en la fase de grupos, en la que sólo consiguieron una victoria. Pero Radwanska pasó gracias a que Sharapova, que no se jugaba nada, venció a Penetta; y Kvitova, por el triunfo de su compatriota Safarova ante Kerber. Han aprovechado la segunda oportunidad concedida.