Vuelve Julen, España gana peso

La Selección española de balonmano es como los mosqueteros: todos para uno y uno para todos. Presume el equipo de conjunto por encima de las individualidades y quizá sería difícil colocar a sus miembros entre los tres mejores del mundo en sus puestos, aunque muchos sí están entre los cinco o seis mejores. Pero si de algún jugador no hay ninguna duda es de Julen Aginagalde. «El mejor pivote en ataque del mundo», decían todos, empezando por Manolo Cadenas, el seleccionador. Julen se ha perdido toda la primera fase y parte de la segunda por unos problemas en los abductores, pero ya está en la convocatoria. El pivote del Hamburgo tendrá minutos hoy contra Austria, en un duelo decisivo para España, que, después de caer ante Dinamarca, no se puede permitir más tropiezos si no quiere ver peligrar su presencia en semifinales.

Julen comenzó su carrera como lateral, pero tiene un cuerpo perfecto para ser pivote. Es como una bola de demolición. Cadenas no quiso descartarlo del todo sabiendo la bomba que tiene en su poder, aunque tampoco quiere cargar de presión al jugador. La trayectoria de los «hispanos» en la competición está siendo buena y la derrota contra Dinamarca se puede considerar normal y poco dolorosa, porque tiene solución inmediata. Pero para ganar una medalla, la participación de Aginalgalde parece decisiva. Hoy debutará contra Austria, que no gana a España desde el 92, y su participación irá a más. Para no llenarlo de minutos, Cadenas no lo ha metido en la lista por otro pivote. «Era una opción que barajamos, ir incorporando a Julen paulatinamente, ya que le falta obviamente ritmo de competición», opinó el seleccionador. Juan Andreu compartirá las labores de ataque con él y Guardiola actuará en defensa. El sacrificado ha sido un central, Carlos Ruesga. «No estoy triste, lógicamente, tenía que entrar Julen y el elegido para ser el sustituido he sido yo, que no estaba teniendo mucho protagonismo», dijo el jugador del Vezsprem.