Actualidad

Autónomos

1,6 millones de autónomos han perdido más de la mitad de sus ingresos

Oros 370.000 siguen sin actividad y 300.000 auguran que va a tener que cerrar su negocio. Siete de cada diez asegura que no podrán soportar un segundo confinamiento, según el último barómetro de ATA

Los autónomos y sus negocios siguen la UVI
Los autónomos y sus negocios siguen la UVIlarazonEUROPA PRESS

Los autónomos han vuelto a gritar al aire su preocupación por el futuro de sus negocios. Y las cifras les dan la razón. Uno de cada dos autónomos, 1,6 millones en términos absolutos, afirma que han visto disminuir su facturación por encima del 60%; uno de cada tres, en torno a 500.000, prevén disminuir la plantilla en este año -el 54% de los encuestados dice que no tiene liquidez para hacer frente al despido de sus trabajadores-; y más de 370.000 siguen sin actividad y con sus negocios cerrados, según las conclusiones del último barómetro sobre la situación de este colectivo correspondiente al mes de septiembre realizado por la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA). "Estamos en una situación de emergencia. Y vamos tarde. Es necesario implementar ya medidas que salven las actividades de los autónomos, sus empresas y los empleos que generan”, aseguró su presidente, Lorenzo Amor.

Los datos aportados por este estudio son demoledores. Entre los que tienen el negocio cerrado, el 7,7% asegura que lleva así desde marzo, mientras que casi el 60% afirma que, aunque ha abierto, está funcionando al 50% y tan sólo el 16% de los trabajadores por cuenta propia encuestados dice que está abierto y funcionando con total normalidad. El 53,2% de los trabajadores por cuenta propia que tienen empleados a su cargo ha tenido que realizar un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) para poder seguir con su actividad, de los que el 45,4% asegura que tiene en ERTE al 100% de su plantilla. Por el contrario, uno de cada cuatro autónomos mantiene el 100% de sus empleados en actividad (26,3%). De este 53,2% de autónomos con trabajadores que afirmó haber tenido que solicitar un ERTE, uno de cada tres, el 33,2%, señala que aún no ha incorporado a toda su plantilla, mientras que dos de cada tres autónomos, el 65,5%, sí han incorporado a trabajadores al negocio. El 60% cree que es “fundamental” que se prorroguen los ERTE para mantener abierto su negocio.

Desde ATA se insta al Gobierno a reducir cotizaciones, a recuperar la prestación extraordinaria por cese de actividad y a prorrogar en las mismas condiciones los actuales ERTE. Amor ha reiterado que los ERTE tienen que prorrogarse para todas las actividades y para todos los sectores, y ha afirmado que ATA “no avalará ningún acuerdo con el Gobierno que deje tirado a alguna empresa o algún autónomo”.

Asimismo, las previsiones para este año indican que el 32,4% del colectivo (frente al 29,7% del barómetro de agosto) tendrá que disminuir su plantilla, lo cual, según las cifras de ATA, supone que 500.000 autónomos se encuentran en esta situación, mientras que el 46,4% sostiene que mantendrán el mismo número de trabajadores. En cuanto al negocio en sí, el 89,48% de los encuestados consideran que seguirán con la actividad este año, aunque de ese porcentaje, más de la mitad (54,16%) no sabe si podrá seguir con ella mucho más allá de 2020, mientras que el 9,9% (alrededor de 300.000 autónomos) cree que va a tener que cerrar.

Además, siete de cada diez autónomos (72,41%) han respondido que no podrían soportar un segundo confinamiento. Esta situación significaría el cierre definitivo de su negocio para el 17,83%, la posibilidad de cierre definitivo para el 35,66% o la reducción del tamaño de su empresa para poder continuar para el 18,92%. En tanto, el 80,8% del colectivo ha visto reducida su facturación en relación con el año pasado. De ese porcentaje, el 50% ha visto caer su actividad en 2020 por encima del 60%, que suman los citados 1,6 millones de autónomos.

Acerca de la valoración de las medidas implementadas por el Gobierno para apoyar a los autónomos frente a la crisis derivada de la pandemia, los autónomos siguen suspendiendo las iniciativas y bajan la nota respecto al barómetro de agosto. La nota media es de un 3,2 (sobre 10) dado que el 70,44% de los autónomos le han asignado un cuatro o menos, el 12,22% un 5 y el 29,56% le dan un puntuación superior. En ese sentido, la reducción de la cotización y recuperar la prestación por cese extraordinaria son de las herramientas más valoradas para salvar sus negocios y tres de cada cuatro autónomos consideran necesario implantar el cese de actividad para poder continuar con su actividad.

Morosidad

Los autónomos han dejado constancia de que la morosidad sigue siendo uno de sus principales problemas. De hecho, uno de cada tres ha señalado que la está sufriendo. Preguntados por las medidas aplicadas para tratar de paliar la bajada de la facturación, el 48,7% de los autónomos afirma que se benefició de la prestación por cese de actividad extraordinaria y en los meses de julio, agosto y septiembre y se les exoneró la cuota total o parcialmente, mientras que un 51% no ha podido disfrutar de estas exoneraciones porque no accedió durante el estado de alarma a la prestación extraordinaria. ATA ha alertado de que la prestación por cese de actividad que se podía solicitar desde el 1 de julio no tiene nada que ver con el contexto real que viven los autónomos y ha sido “un fracaso”. De hecho, apunta que solo un 7,1% la ha solicitado y de este porcentaje se le ha concedido al 72,2%. Tel fracaso de esta prestación “se hace aún más patente al preguntar a los autónomos si consideran fundamental el cobro de cualquier medida de cese de actividad (ordinaria o extraordinaria) para la continuidad de su negocio”, ya que tres de cada cuatro autónomos, el 75,7%, la considera “imprescindible” para poder seguir adelante.

ATA realizó este barómetro entre el 18 y el 20 de septiembre, con una encuesta a 2.103 autónomos -con 2.035 respuestas válidas- para conocer las previsiones empresariales del colectivo en el marco de la segunda ola de contagios del Covid-19 y en un contexto con nuevos confinamientos y un aumento de las restricciones.