Paro

El paro desborda las previsiones del Gobierno y avanza al 18%

Asempleo vaticina que el número de desempleados superará en el tercer trimestre el 17% previsto por el Ejecutivo pese a los 700.000 trabajadores en ERTE que no computan

Una joven camina frente a una oficina de empleo
Una joven camina frente a una oficina de empleoCristina BejaranoLa Razón

La tasa de paro se situará en el 18% en el tercer trimestre del año, un fuerte repunte desde el 15,3% del trimestre anterior pese a que se espera que la ocupación crezca en unos 150.000 efectivos. Así lo estima Asempleo, que apunta a que actualmente hay un 2,3% menos de afiliados a la Seguridad Social y un 22,6% más de parados que a estas alturas del año pasado. Aunque ambas tendencias han mostrado en septiembre una tendencia positiva en términos interanuales se apunta a una moderación en la creación de empleo, debido a la creciente incertidumbre ligada a los posibles rebrotes de la pandemia. De esta forma, se espera un freno en el ritmo de evolución de los ocupados, estabilizándose en el entorno del -5,5% hasta finales de año.

De cumplirse estas previsiones de Asempleo, la tasa de paro superará en el tercer trimestre las previsiones del Gobierno para el cierre de ejercicio. El Ejecutivo ha pronosticado que el desempleo alcanzará el 17,1% de la población activa, aunque entre esos parados no se cuentan los más de 700.000 trabajadores en paro parcial como consecuencia de un ERTE por causas de fuerza mayor, que podrían aumentar si no se controlan los repuntes. El Gobierno vaticina una fuerte recuperación en 2021 con un crecimiento del 7,2% que, sin embargo, no tendrá prácticamente impacto en el mercado laboral, ya que la tasa de paro apenas se reducirá en dos décimas, al 16,9%.

Se da la paradoja de que el Gobierno empeoró en 2,4 puntos su proyección de caída del PIB para este año hasta el 11,2% y moderó en 1,9 puntos el aumento del paro, hasta ese 17,1%.

La prolongación de los ERTE hasta el 31 de enero de 2021 supone un alivio para los sectores más afectados, pero la incertidumbre impactará con mayor intensidad a los servicios mientras que la industria resistirá mejor.