China
Las relaciones, cada vez más estrechas entre España y China, han hecho posible que se forjen vínculos económicos entre ambos países, de forma que ha favorecido un incremento de las inversiones de grandes compañías asiáticas en España, y viceversa, ayudadas por consultorías, como EACHAM Spain, y cámaras de comercio, que se encargan de favorecer y apoyar a las empresas en este tipo de transacciones.
Energía y telecomunicaciones, sectores favoritos de los inversores chinos
España se ha convertido, desde ya hace varios años, en un país muy atractivo para grandes empresas chinas que están interesadas en sectores estratégicos de la economía española. Por una parte, destacan las inversiones realizadas en el sector energético, como la adquisición de plantas renovables de los Masaveu por la empresa China Three Gorges, tras haber adquirido, meses antes, varias fotovoltaicas de la empresa X-Elio. Por otra parte, China, líder en tecnología y capacidad financiera en la fabricación de equipos de telecomunicación, se han fijado, también, en el sector de las telecomunicaciones españolas, destacando empresas chinas como Huawei y ZTE, quienes tienen una posición privilegiada en el mercado 5G en España. También, el gigante Alibaba se ha posicionado con fuerza en España gracias a su tienda online Aliexpress, que superó el volumen de negocio de 2.000 millones de euros y se prevé que siga creciendo, con lo que existe la posibilidad de que los productos de empresas españolas puedan ser vendidos a través de esta plataforma, con sus consiguientes beneficios para el mercado español.
El sector agroalimentario, y en especial el vitivinícola, es otro en el que el gobierno chino está invirtiendo sus recursos para aliarse con marcas occidentales e implantarlas en China, por lo que no solo buscan su comercialización, sino también su know how; así ocurre en el caso de las bodegas, como es el gran proyecto de exhibición llevado a cabo en Shanghai: el World Wine Cultural Expo Industrial Park. También se confirma un enorme interés por las universidades españolas, que, además, ya cuentan con marcos de colaboración con la potencia asiática, como la Universidad de León y Wuhan o la Universidad de La Coruña que, recientemente y pese a la pandemia, ha recibido a varios alumnos chinos en relación con su interesante programa de Proyección Internacional y Política Lingüística. Además, la situación de pandemia ha supuesto un fuerte crecimiento de demanda de estudios universitarios en Europa, dada que la educación presencial se está impartiendo online en muchos de los centros. No obstante, el futuro de dicho sector pasa por la implantación de centros universitarios en China, puesto que en la actualidad el gobierno chino está destinando muchos recursos para atraer universidades europeas e implantarlas oficialmente en China, dando prioridad a aquellas instituciones educativas reconocidas por el Ministerio de Educación de la República Popular China, ya que los títulos expedidos por tales universidades permiten a sus alumnos mayor accesibilidad al mercado de trabajo y a los puestos de funcionariado en China.
China se abre a las inversiones extranjeras
La apertura del gobierno chino a la entrada del capital extranjero y el auge de la demanda de productos de otros países ha hecho que empresas españolas fijen, en el país asiático, un mercado en el que expandirse; de hecho, China representó para España ya en 2019 el décimo destino de sus exportaciones con un valor total de 6.800 millones de euros y es líder, hoy en día, en exportación de vino, aceite de oliva y carne de cerdo, incluyendo el jamón, un producto muy codiciado en el país oriental. La alianza estratégica con las instituciones chinas por haber beneficiado sus inversiones en España favorecerá, sin ninguna duda, que más productos y servicios españoles se integren en China, especialmente en zonas cross-border, libres de impuestos o Free Trade Zone (FTZ), como los territorios de Shanghai, Guangdong o Tianjin, sin olvidar el Great Bay Area, que une Guangzhou, Macao y Hong Kong. Estos modelos de zonas cross-border serán llevadas de alguna manera a puntos de Europa donde existan condiciones similares por régimen fiscal y por razones estratégicas de comercio, con la intención de establecer acuerdos entre dichas zonas chinas y europeas para facilitar, de este modo, la transacción de mercancías en ambos sentidos, con las mayores ventajas logísticas y económicas que supongan un valor añadido y diferencial en un mercado tan competitivo.
La fabricación de vehículos de motor, productos metálicos y materiales eléctricos, representando el 37% del total, son los sectores que lideran la inversión española acumulada en China, seguido del sector financiero y del comercio mayorista y minorista, demostrando, de esta manera, que cada vez hay más inversiones de empresas españolas con un alto componente tecnológico. Se observa, por tanto, cada vez una mayor demanda de productos españoles de calidad —no solo aquellos con los que tradicionalmente se ha comercializado, como los productos alimentarios, que estarán presentes en la próxima feria de China Foods and Drinks Fair—, sino también productos asociados y demandados por la clase media china, como los cosméticos y el mobiliario; esta demanda de productos europeos se ha podido ver en las últimas ferias de marzo: International Beauty y CIFF (China International Furniture Fair). Se constata, así, que China ofrece a los empresarios españoles grandes oportunidades de crecimiento a lo largo de los próximos meses y años.
En definitiva, las últimas cuatro décadas de buenas relaciones entre España y China han desempeñado un papel crucial que ahora, gracias a la apertura comercial del país asiático, ofrece grandes posibilidades a las empresas españolas tanto en China como en nuestro propio país.