Trabajo

Al menos 1.200 euros para trabajar

Dos de cada tres jóvenes españoles aseguran no estar dispuestos a aceptar en su primer empleo un sueldo inferior a 20.000 euros brutos al año y hasta el 18% declara que no lo haría por menos de 30.000 euros.

Imagen de archivo de un centro de emprendedores
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Dos de cada tres jóvenes españoles aseguran no estar dispuestos a aceptar en su primer empleo un sueldo inferior a 20.000 euros brutos al año y hasta el 18% declara que no lo haría por menos de 30.000 euros.

Cada año, miles de jóvenes universitarios finalizan sus estudios y se lanzan a un mercado laboral incierto y cambiante, mientras otros tantos deciden continuar con su formación optando por un máster. Sobre estos perfiles trabaja Círculo Formación, que realizó un estudio en el que el 67% de los jóvenes afirmaron que no estarían dispuestos a trabajar en su primer empleo por menos de 20.000 euros al año.

El estudio realizado por la consultora especializada en formación y estudios de postgrado, a cuyos resultados ha accedido LA RAZÓN, se llevó a cabo durante la Feria de Estudios de Postgrado FIEP 2018, celebrada en doce ciudades españolas. Tras preguntar a 4.116 jóvenes, los resultados desvelaron que el 67% no aceptaría un empleo por menos de 20.000 euros anuales (16.300 euros netos), o lo que es lo mismo, algo menos de 1.200 euros en 14 pagas. Pero las exigencias de los españoles continúan. El 28% sí se conformaría con la cantidad antes indicada, mientras que el 21% no lo haría por menos de 25.000 euros, el 18% no lo haría por menos de 30.000 euros y el 33% aceptaría un sueldo de 15.000 euros.

Aunque apuntar alto es síntoma de seguridad, Cristina Barrera, una recién graduada en biología, opina que exigir y no ceder puede ser «ambicioso», «una forma de cerrarse puertas» prematuramente y que también «hay que evaluar qué puede ofrecerte ese puesto de trabajo más allá del sueldo».

Sin embargo, reconoce que dependiendo de la «dificultad, el desplazamiento, o los tipos de riesgos» que pueda conllevar cada empleo, un trabajador debería aceptar más o menos. En la otra cara de la moneda se encuentra Ricardo Pintor, un analista informático con diez años de experiencia y cuya entrada al mercado laboral coincidió con el inicio de la crisis.

Señala que, actualmente, en el caso de la informática, «cobrar poco se tolera un par de años» y que si después de ese periodo el trabajador se siente estancado busca otro empleo. En su caso particular, ganar 20.000 euros brutos anuales le llevó ocho años de trabajo en la empresa. En cuanto a los posibles factores que motivan los resultados obtenidos por Círculo Formación, más allá de un sueldo que permita vivir dignamente, Cristina Bazán opina que «después de toda la vida estudiando y esforzándote quieres tu recompensa».

Los estudiantes más exigentes son los barceloneses (el 75% no aceptaría menos de 20.000 euros), seguidos de los valencianos y los palmesanos (74% cada ciudad). En el lado opuesto se sitúan los compostelanos (el 38% estaría dispuesto a trabajar por 15.000 euros), y los sevillanos (37%).

La preparación da seguridad

Otro de los reveladores datos extraídos del informe es el nivel de preparación que los jóvenes detectan en sí mismos para comenzar a trabajar tras finalizar sus estudios. El 53% de los encuestados reconoció no sentirse preparado ya que consideraba que la formación académica es demasiado teórica y no lo suficientemente práctica. En cambio, quienes habían cursado estudios con una mayor formación práctica sí se mostraban seguros y preparados (47%). En este caso, los que se sienten más preparados son los madrileños (60%) y los barceloneses (59%). No comparten ese sentimiento de seguridad los estudiantes compostelanos (71%), los salmantinos o los sevillanos (59% ambos).

Barrera apunta que la seguridad y el nivel de exigencia están relacionados, pues «si te sientes poco preparado te conformarás con ganar menos». Por su parte, Ricardo Pintor añade que cuando terminas la universidad «te sientes preparado para aprender más» porque «la universidad te ayuda a abrir la mente, pero la experiencia la adquieres con la vida laboral».

Con todo esto, del estudio realizado por Círculo Formación, más allá de los datos cuantificables, puede extraerse el mensaje lanzado por los jóvenes españoles: si la economía y el mundo laboral han cambiado, también lo están haciendo los nuevos profesionales y sus condiciones. Los jóvenes son el futuro, y ya no se conforman.