Economía
Consejos para que la cuesta de otoño te pese menos
Después de pasarnos unos meses en los que nuestra máxima preocupación es saber dónde vamos de vacaciones, qué paella escogemos o cuál es el bikini que nos vamos a poner, la rutina vuelve a nosotros en forma de septiembre. Con los primeros aires de otoño llega la vuelta al cole, el cambio de armario, el último trimestre del año y todo un cúmulo de factores que tienen un impacto real en nuestra economía; libros escolares, pagos pendientes o cualquier cosa que necesitamos para volver a ponernos las pilas después de las vacaciones.
Para ello, lo primero que tenemos que tener claro es que septiembre y octubre son meses en los que nuestra principal tarea debe ser ahorrar en la medida en la que podamos para poder cubrir los gastos que no podemos esquivar. Los excesos veraniegos nos pasan factura a todos pero Navidad también está a la vuelta de la esquina, por lo que estos meses son cruciales para que te lo tomes en calma y dejes a un lado los caprichos.
Algunos consejos efectivos para que tu economía siga por el buen camino es no poner la calefacción antes de tiempo, poner bombillas de bajo consumo, intentar reducir todas las facturas a través de mecanismos de ahorro y aprovechar cualquier oferta cuando vayas al supermercado a hacer la compra para llenar tu despensa. No obstante, esto son consejos que no tienen en cuenta la proliferación que Internet ha tenido en nuestras vidas en los últimos años y que no contemplan las mil posibilidades que la red ofrece para ayudarnos a llegar a fin de mes. Una de las grandes novedades online es la llegada de entidades financieras que operan de forma digital y que ofrecen préstamos rápidos a los usuarios.
Cada vez más personas confían en estas entidades desarrolladas gracias a la revolución tecnológica que dan acceso a cantidades de capital extra para que las familias puedan administrarse mejor ante cualquier situación imprevista. Como hemos dicho, los gastos que llegan cuando empezamos a dejar atrás el calor de verano hacen que la economía de muchos hogares penda de un hilo por el exceso de gastos, por lo que este tipo de producto financiero puede ser una solución magnífica para dar respuesta a ciertos pagos.
Lo bueno de estos préstamos rápidos o de los minicréditos es que son accesibles a un gran número de público a diferencia de los tradicionales créditos extendidos por las entidades financieras tradicionales. La banca de antaño siempre se ha caracterizado por una rigidez extrema a la hora de aprobar la solicitud de préstamos a sus clientes, los cuales siempre han necesitado del cumplimento de unos requisitos estrictos para poder siquiera presentar la documentación necesaria.
La característica de este producto es que se solicita íntegramente por Internet y que, además, su aprobación es rápida y sencilla. Se ha acabado hacer largas colas en la sede de tu banco o rellenar centenares de formularios para poder cumplimentar la burocracia exigida por la banca de toda la vida; ahora, con solo registrarte de forma online cualquier solicitante podrá gestionar este tipo de petición. Cabe decir que normalmente se trata de cantidades bajas cuya dificultad en la devolución no es demasiado complicada. Es por ello que es una alternativa perfecta para aquellas personas que no disponen de demasiados recursos y que temen endeudarse si piden grandes cantidades de dinero al banco.
La rapidez de estos productos también hace que puedas contar con ellos en cualquier momento, ya que una vez entregada y aceptada la documentación de tu solicitud, puedes contar con el ingreso en un mínimo de 15 minutos y un máximo de 24 horas. Además vas a poder hacerlo desde cualquier lugar mientras tengas acceso a la red y dispongas de un dispositivo electrónico. No obstante, cabe tener en cuenta que un exceso de confianza en este modelo de financiación puede hacer que nos acabemos endeudando, por lo que hay que tener cuidado con su abuso.
Septiembre es el mes de la vuelta al cole, el que dice adiós al verano y uno de los que se hacen que empiece la cuenta atrás para la Navidad, donde los gastos también se incrementan bastante. Para saber en qué puedes ahorrar deberás analizar en qué cuestiones gastas más para poder cambiar tus rutinas. Algunos consejos:
- Si tu trabajo te impide comer en casa, llévate un tupper; huye de gastarte dinero diario en un menú de restaurante.
- Cuando tengas que comprarte ropa, aprovéchate de los descuentos y promociones que puedes encontrar en Internet.
- Utiliza los cupones del supermercado y compra sólo aquello indispensable.
- No gastes más luz de la que necesites, así que cierra las luces al paso.
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