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De Guindos reta a la CE: «España acaba cumpliendo»
El ministro de Economía asegura que España cumplirá con el objetivo de déficit en 2015 y 2016, pese a que la Comisión Europea tiene dudas sobre las cifras del próximo ejercicio
El ministro de Economía asegura que España cumplirá con el objetivo de déficit en 2015 y 2016, pese a que la Comisión Europea tiene dudas sobre las cifras del próximo ejercicio
La Comisión Europea emitió ayer su opinión sobre los presupuestos españoles. Las cifras no cambiaron con respecto a lo que ya adelantó el comisario de Asuntos Económicos, el francés Pierre Moscovici, y que tanto revuelo produjo por contarlo antes de que la decisión estuviera aprobada por el colegio de comisarios. Las previsiones de Bruselas siguen siendo muy conservadoras y topan con una negativa del Gobierno a implementar más reformas porque el Ejecutivo de Mariano Rajoy está convencido de que cumplirá los objetivos de déficit que determina el Pacto de Crecimiento y Estabilidad. El ministro de Economía, Luis de Guindos, rechazó que España tenga que realizar modificación importantes a los PGE. «No implica rehacer el presupuesto sino que cuando se tengan más datos Bruselas irá pidiendo acutalizaciones al Gobierno que salga de las urnas».
De Guindos garantizó ayer en Madrid que España va a cumplir el objetivo de déficit. «España siempre acaba cumpliendo...Bruselas siempre hace advertencias. Es su misión y su obligación, pero el Gobierno español está convencido de que se va a cumplir el objetivo del 4,2% este año y eso va a poner al Presupuesto de 2016 al alcance de bajar del 3% de déficit público, que es nuestro compromiso», afirmó De Guindos.
En este sentido se pronunció ayer también el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a su llegada a Nueva York: «España –garantizó– no va a incumplir el déficit». «Probablemente –refiriéndose a la Comisión Europea– están pensando en otras épocas en que nos desviábamos hasta tres puntos», indicó en referencia al Gobierno de Zapatero.
En Bruselas, persisten sin embargo las dudas. «El procedimiento se ha modificado por las elecciones en España, pero el análisis, no», sentenció en rueda de prensa ayer en Bruselas el vicepresidente Valdis Dombrovskis, responsable del Euro y el Diálogo Social. Dombrovskis quiso cerrar así el debate abierto sobre las posibles intenciones políticas que pudieron llevar a Moscovici no sólo a adelantar esta opinión de la Comisión, sino a hacerla pública.
El propio Moscovici también defendió la neutralidad de la Comisión. «Cuando vamos al Eurogrupo, no vamos a título personal sino en nombre de la Comisión Europea. No hacemos política. Si alguien quiere hacer política de esto, que lo haga, pero nosotros hacemos un trabajo y no hay ninguna voluntad de interferir. Lo único que cuenta son las cifras. Nos basamos en las cifras y queremos ser objetivos», señaló.
España reaccionaba antes de hacerse pública la opinión desde Luxemburgo. Allí, el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, participaba en un Consejo y no dudó en sacar pecho de las cifras económicas de España, que siempre ha dado mejores resultados que los previstos por Bruselas. En este sentido, consideró «temeraria» la actitud que tomó el comisario de adelantar una información que aún no había sido aprobada. «Creo que otra vez se cumplirá esta tendencia y que las previsiones nos darán la razón y no a quien ha hecho un juicio previo al Colegio de Comisarios, un juicio temerario...Se rompió todo el procedimiento. No quiero creer que eso tenga un cierto interés partidista, no lo quiero creer», decía Margallo.
Desde la Comisión se considera que el entorno macro con el que cuenta el Gobierno español para determinar sus previsiones es «un tanto optimistas». Ante esta consideración, Margallo respondía con una metáfora. «Si este Gobierno tiene que situarse en términos bíblicos en algún sitio, estaría entre las vírgenes prudentes y no entre las vírgenes necias».
La opinión de Bruselas sobre los presupuestos pasa porque el déficit global de España descienda al 4,5 % del PIB este año y al 3,5 % en 2016, frente al 4,2% y al 2,8% exigido en el Pacto. Bruselas pide «las medidas necesarias en el marco del proceso presupuestario nacional para garantizar que el presupuesto de 2016 cumpla plenamente lo dispuesto».
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