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Desilusión ante la falta de medidas

La Razón
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De la reunión del BCE del jueves nos llevamos la desilusión de que siempre que se espera algo que Draghi nunca cumple. La fama de SuperMario sigue creciendo. La rueda de prensa del presidente del emisor empezó fuerte y parecía que iba a ser uno de esos grandes días en los que se implementan nuevos estímulos, con la frase de que el «BCE mantendrá la política monetaria expansiva mientras sea necesario». La Bolsa europea casi alcanzó los máximos del año, y el euro se fue a niveles de 1,32 en su cambio con el dólar, pero a los pocos minutos, la moneda única se fue a 1,30 y el índice europeo perdió el 2.700, al ver que Draghi volvía por el camino de «el BCE está dispuesto a actuar si es necesario».

Draghi tiene la reputación de crear políticas monetarias inesperadas y de gran alcance cuando el mercado no lo espera, pero precisamente cuando todo el mundo espera que actúe e implemente medidas extraordinarias siempre nos falla. Y hay una amplia gama de políticas que poner en marcha. Draghi ha hecho referencia en varias ocasiones a varias, como la colaboración con el EIB (European investment Bank), con los bancos centrales nacionales o con otras instituciones gubernamentales. Draghi sugirió claramente que una política extraordinaria era objeto de examen en la última reunión de tipos (4 de abril), por lo que el mercado esperaba que en esta reunión se presentase alguna de estas medidas. Pero no han llegado. Ha anunciado que mantendrá la barra libre «tanto tiempo como sea necesario», pero «al menos» hasta julio de 2014, algo que no es novedad.

Las bolsas europeas llevaban toda la semana esperando nuevas medidas parecidas a las tomadas en diciembre del 2011 (LTROs) y en agosto del 2012 (Programa de OMT), y ya descontaban el futuro anuncio con una subida de más de un 5% en la última semana el índice europeo y más de un 8% el IBEX. Pocas nueces, al final.