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El 50% de la producción cárnica se destina ya a la exportación

Pese a la importancia del sector para la economía española, todavía es un coloso desconocido.

De pie, de izquierda a derecha, Jaime Yartu, José Salvador y Pedro Francisco Olivares. Sentados, Miguel Huerta, Almudena de Castro y Alberto Herranz
De pie, de izquierda a derecha, Jaime Yartu, José Salvador y Pedro Francisco Olivares. Sentados, Miguel Huerta, Almudena de Castro y Alberto Herranzlarazon

Pese a la importancia del sector para la economía española, todavía es un coloso desconocido.

La industria cárnica es uno de los sectores más potentes de la economía española al representar más del 20% de la totalidad de la producción alimentaria de nuestro país. Aún así, es un colectivo generalmente desconocido por el consumidor e injustamente señalado por muchos mitos que en realidad no son ciertos. Con el objetivo de conocer más sobre este sector y esclarecer cuáles van a ser las líneas de expansión internacional que se van a seguir, el Recinto Ferial de Madrid acoge la segunda edición de Meat Attraction, el evento más relevante a nivel nacional de este elemento de la pirámide alimenticia.

De cara al evento y para profundizar en los aspectos más relevantes de la industria, LA RAZÓN organizó un debate que contó con la presencia de Miguel Huerta, secretario general de la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (Anice); Almudena de Castro, gerente comercial de Meat Attraction (Ifema); Alberto Herranz, director de Interporc; Pedro Francisco Olivares, responsable veterinario I+D de ElPozo; Jaime Yartu, consejero delegado de El Encinar de Humienta y José Salvador, director de Moralejo Selección.

Almudena de Castro apuntó dos claves en las que se basa la segunda edición de Meat Attraction. En primer lugar, la creencia en la carne como base de cualquier dieta equilibrada y, por otro lado, la internacionalización de las pequeñas y medianas empresas para apoyar su expansión.

El colectivo cárnico es el cuarto sector de nuestro país, sólo por detrás del automovilístico, petrolero y combustibles, y producción y distribución de energía. Al año genera una facturación que ronda los 24.000 millones de euros y que genera una gran cantidad de puestos de trabajo de la que dependen miles de familias. El 50% de la producción ya se dedica a la exportación. Sin embargo, gran parte de nuestra población posee un gran desconocimiento no sólo del propio sector, sino también del producto y de los distintos procesos que se llevan a cabo. Pero el mayor reto para la industria, según el director de Interporc, es «internacionalizar un colectivo que fundamentalmente se desarrolla en territorio rural y que mantiene con vida muchos pueblos de España».

En los últimos años, el consumo de este alimento ha experimentado una ligera bajada y actualmente se sitúa en aproximadamente 100 gramos o, lo que es lo mismo, un pequeño filete a la semana por persona. Jaime Yartu recordó que tradicionalmente nuestra sociedad nunca se ha caracterizado por un alto consumo de carne, aunque no es el único factor influyente. «Es muy fácil manipular a la gente y decir que la carne de vacuno es mala, cuando en realidad no es así». Además, señaló a las recientes «modas» veganas y vegetarianas como un aspecto que se ha de tener en cuenta.

Los nuevos productos gastronómicos también afectan al consumo. Miguel Huerta señaló que alimentos vanguardistas como los productos de autor favorecen al sector porque «abren nuevas líneas de producto». El consejero delegado de El Encinar de Humienta recordó que, gracias a las hamburguesas, el consumo de pollo ha aumentado considerablemente y que en los países anglosajones ya no se consume el filete de carne tradicional, sino que únicamente se come lomo, solomillo y, por supuesto, hamburguesa.

El secretario general de ANICE denominó al sector como un «coloso poco conocido» debido a que está formado fundamentalmente por pequeñas y medianas empresas. Asimismo, reivindicó la necesidad de disponer de estructuras ágiles que les permitan competir en mercados internacionales. No obstante, la expansión del negocio cárnico lejos de nuestras fronteras es una cuestión más compleja de lo que en un principio pueda parecer. Alberto Herranz explicó que existen fuertes barreras que impiden la entrada de empresas españolas a mercados emergentes –la mayoría de ponentes señalaron a China como el más atractivo–. «Si exportásemos lavadoras o coches sería mucho más fácil, pero nosotros dependemos de las negociaciones gubernamentales entre los dos países, que ralentiza en gran medida nuestra competitividad», aseguró.

Para José Salvador la externalización surge más bien como una «necesidad» debido a que en España, aparte de haber un descenso del consumo, existen piezas que difícilmente se venden, por lo que «es necesario buscarles una salida». Uno de los factores más importantes que tienen las empresas es la competitividad. En el caso de nuestras empresas, según el consejero delegado de El Encinar de Humienta, «nunca seremos competitivos si nos peleamos con países como Francia o Alemania». Además, los ponentes explicaron durante el debate que España tiene una ventaja competitiva en los países de tradición musulmana debido a sus costumbres.

En los últimos años las empresas de todo el mundo están obligadas a respetar un código que minimice el impacto medioambiental de su actividad y deben estar comprometidas con la preservación del planeta. La industria cárnica no se ha quedado atrás y, a pesar de haber sido una de las más señaladas en este aspecto, los esfuerzos que ha dedicado para reducir las emisiones contaminantes han sido notables. El responsable veterinario I+D de ElPozo, una de las entidades que más ha contribuido en el desarrollo y expansión de la industria cárnica, afirmó que «la sostenibilidad debe estar unida al sentido común». Además, aseguró que ElPozo está realizando un trabajo muy importante en la preservación del medio ambiente mediante la producción de un mejor envase, el reciclaje y la eficiencia energética.

Aunque mucha gente piensa lo contrario, la calidad de la carne que se produce en España es de las más altas de todo el mundo. La estricta normativa europea y los exigentes controles sanitarios de carácter obligatorio, los cuales incluyen la presencia de un experto veterinario para determinar la salud del animal en cuestión, aseguran al producto una calidad óptima. Es importante apuntar que la mayoría de empresas colaboran con universidades en búsqueda de la mejor dieta y de las actividades más beneficiosas para el animal que repercuten directamente en la calidad del producto.

Pero no sólo la calidad es un factor importante para el consumidor. La gerente comercial de Meat Attraction comentó que las empresas están haciendo grandes esfuerzos en relación a la comunicación hacia el cliente. «Los colores rojos de los envases se han sustituido por otros menos agresivos y también es importante el modo en el que se coloca el producto en las carnicerías». En la misma línea, Pedro Francisco Olivares apuntó a la educación como un aspecto clave en el consumo. «Hay que enseñar a los niños de dónde provienen nuestros alimentos». El director de Moralejo Selección recalcó que, en este sentido, la innovación de las compañías «busca facilitar el consumo al cliente, como por ejemplo simplificando la preparación de los platos».

Para darnos buena cuenta de la relevancia y calidad que tiene la industria cárnica en este país, es necesario apuntar que la mitad de la cantidad producida se exporta al extranjero. Un sector que continúa siendo fuerte a pesar del desconocimiento general.