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El euro regresa a 2003 y se precipita hacia la paridad con el dólar

El euro regresa a 2003 y se precipita hacia la paridad con el dólar
El euro regresa a 2003 y se precipita hacia la paridad con el dólarlarazon

La barra libre de liquidez del Banco Central Europeo lleva a la moneda única a su cambio más bajo en 12 años con la divisa estadounidense: 1,08 dólares.

El cambio medio del euro desde su nacimiento en 1.999 ha sido de 1,2244 dólares, según los datos oficiales del Banco Central Europeo. El pasado viernes, el BCE fijó un cambio oficial de 1,0963 dólares, aunque por la tarde, en el mercado de Fráncfort, se cotizó a 1,0860, un nivel desconocido desde marzo de 2003. La política de Mario Draghi de inundar los mercados de liquidez no persigue otro objetivo que contribuir a la recuperación económica de la eurozona desde la política monetaria. La región necesita un crecimiento más vigoroso y para ello el BCE no ha encontrado mejor fórmula que inyectar dinero en la economía para impulsar el consumo, alejar el fantasma de la deflación y dinamizar la actividad.

La primera de las consecuencias de tener una economía más competitiva es la pérdida de valor de su moneda. Y eso es lo que está pasando con el euro desde el segundo trimestre del pasado año, cuando cotizaba a cerca de 1,40 dólares.

Aunque Draghi despejó todas las incógnitas al mercado en el mes de enero, los inversores esperaron a la reunión del pasado jueves del consejo de gobierno del BCE para asegurarse de que nada ha cambiado en la política monetaria de la institución. Mañana, el Banco Central Europeo comenzará las compras de deuda soberana por un importe máximo de 60.000 millones de euros. Draghi ha garantizado, a menos que se produzca un cataclismo, poner en la economía de los países de la eurozona 1,1 billones de euros hasta septiembre del próximo año.

Una economía renqueante

El PIB de la eurozona creció únicamente un 0,3% en el cuarto trimestre de 2014 con respecto al periodo precedente y un 0,4% en el conjunto de la Unión Europea (UE), según los datos revisados y publicados el viernes por la oficina comunitaria de estadística, Eurostat. En comparación con el mismo periodo del año anterior, el Producto Interior Bruto (PIB) registró un aumento del 0,9% en la zona euro y del 1,3% en los Veintiocho.

Estonia y Suecia lideraron el crecimiento en el cuarto trimestre con un avance del 1,1% del PIB respecto al trimestre anterior, por delante de Hungría (0,9%), Alemania, España y Polonia (0,7% cada uno).

El pasado jueves, Mario Draghi destacó que el BCE ya ha hecho o anunciado cuanto está en sus manos para reactivar la economía y ganarse la confianza de los mercados. En su opinión, ahora es el turno de los gobiernos y de la puesta en marcha de las reformas necesarias para alejar los riesgos de una contracción económica que está instalada en algunos de los grandes países de la eurozona, como Italia, o se asoma peligrosamente en otros, como Francia.

Lo que persigue el BCE con la inyección de dinero es que los bancos (los que atesoran las mayores cantidades deuda soberana) destinen el dinero que reciben del Banco Central Europeo a préstamos a empresas y familias. A más dinero, más consumo y a más consumo, más actividad y precios más altos.

Esta política ha funcionado en Estados Unidos, como demuestran los datos de crecimiento económico o de creación de empleo. La Reserva Federal que preside Janet Yellen finalizó su política de estímulos en octubre del pasado año, después de inyectar más de 2,6 billones de dólares (alrededor de 2 billones de euros) en el sistema económico desde la quiebra de Lehman Brothers.

Fue precisamente en abril de 2008 cuando la divisa estadounidense marcó su cambio mínimo con la moneda única. El 17 de abril, un euro se llegó a cambiar durante la sesión en los mercados de divisas por encima de los 1,60 dólares.

Paso atrás

La situación ahora es bien distinta. El euro, tal y como quiere el BCE, va cediendo día a día terreno. El nivel con el que la moneda única debutó en los mercados en enero de 1999 es ya historia desde hace unas semanas. El cambio actual es muy similar al que se producía en marzo de 2003.

Los analistas dan por descontado que la paridad euro-dólar es cuestión de días. Para encontrar una situación similar hay que remontarse a diciembre de 2002. Con el precio del dinero en la eurozona en el 0,005%, el Banco Central Europeo ha gastado toda su munición monetaria. A la Reserva Federal americana le toca ahora mover ficha.