Japón
El Ibex encabeza el rebote de las bolsas con una subida del 3,26%
El empujón de Tokio (+7,16%) y el cierre de Wall Street por ser festivo devuelven la calma a unos mercados muy necesitados
El empujón de Tokio (+7,16%) y el cierre de Wall Street por ser festivo devuelven la calma a unos mercados muy necesitados
Las bolsas parece que empiezan a capear el temporal que están viviendo desde comienzos de año. Ayer, con la referencia de Japón desde la apertura de los mercados en Europa y sin tener que esperar el rumbo de Wall Street al celebrar Estados Unidos el aniversario del nacimiento de su primer presidente, George Washington, los mercados europeos decidieron darse un festín por su cuenta con todo el viento a favor.El Ibex encabezó las ganancias de los principales parqués, con una subida del 3,26%, que apenas sirven para reducir algo las pérdidas anuales que se elevan al 14,30%. Cerca de Madrid estuvo Milán, el mercado más castigado por los inversores en lo que va de año, que se revalorizó un 3,19%, y París, que subió el 3,01%.
Según Daniel Pingarrón, estratega de Mercados de IG Markets, fueron muchos los factores que se unieron ayer para que fuera una jornada festiva a efectos de números. El buen cierre de Wall Street del viernes (una subida del 1,66%), el rebote del precio del petróleo desde el jueves (de 30,06 dólares a los 33,5 de ayer poco antes del cierre), la reapertura de los mercados chinos después de una semana de celebraciones por el nuevo año, y, por encima de todo, el espectacular repunte de la bolsa japonesa.
El Nikkei salió ayer de una intensa e histórica racha de pérdidas y lo hizo con un fuerte impulso, sumando un 7,16%, más de 1.000 puntos, su mayor avance desde septiembre de 2015. En un ambiente de fuerte volatilidad de los mercados, el ánimo de los inversores se disparó en un primer momento gracias al optimismo generado el viernes en Wall Street y se consolidó más tarde por la recuperación del dólar frente al yen. La caza de gangas y una evidente corrección, según los analistas locales, fueron otros de los factores que llevaron al Nikkei a subir de manera récord tras las pérdidas de una semana fatídica, la pasada, en la que Tokio se dejó más de un 11%, su peor racha desde la crisis de 2008.
Y eso a pesar de que la economía nipona se contrajo un 1,4% en el cuarto trimestre del pasado año, según los datos publicados por el Gobierno. En el conjunto de 2015, el PIB creció un tímido 0,4%, lastrado por un consumo que no termina de despegar afectados por el parón de los salarios.
Desde China tampoco llegaron buenas noticias. Las importaciones del gigante asiático suman quince meses consecutivos de descensos y la exportaciones no levantan cabeza. En enero cayeron un 6,6%, aunque el superávit comercial creció en 3.300 millones de euros, hasta los 55.200.
En, Madrid, todo los valores cerraron en números verdes. Acerinox se disparó un 8,11% y Arcelormittal y Sacyr subieron por encima del 6%.
Mario Draghi recalcó ayer que la entidad que preside, el Banco Central Europeo (BCE), dispone de un amplio abanico de herramientas a las que recurrirá si la situación lo requiere, pero ha vuelto a pedir a las capitales que acompañen la política monetaria con medidas fiscales para la inversión. Ayer, en su primera comparecencia pública tras la dura semana que atravesaron las bolsas europeas y, muy especialmente, la banca de la eurozona, Draghi reinventó sus «palabras mágicas» al afirmar esta vez que el BCE está «preparado para hacer su parte» en defensa de la eurozona. Afirmó que «no dudará» en actuar en marzo si la evolución de los precios o los efectos de las turbulencias en los mercados conllevan riesgos para la estabilidad de los precios.
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