Cómo conseguir financiación para mi startup

¿Acabas de emprender un negocio y necesitas conseguir financiación? ¿No sabes cuánto dinero pedir o a quién recurrir? Los primeros pasos que se dan en un negocio son fundamentales para alcanzar el éxito. Contar con un modelo de negocio estructurado, potente y sólido, y con una idea clara y viable son imprescindibles, pero también lo es conocer las distintas opciones de financiación a las que optar porque, en muchos casos, son la última barrera de llegar a la meta.

Cómo financiar nuestra empresa es una de las cuestiones más complejas a tener en cuenta. Deberemos considerar qué es lo que mejor se adapta a nuestra idea y objetivos. Para ello, los emprendedores podrán recurrir a un amplio abanico de posibilidades de financiación que les ayudarán a conseguir el dinero necesario para cada una de las etapas del proceso. No obstante, tenemos que tener en cuenta que siempre será más fácil conseguir financiación para un proyecto que ya ha iniciado su aventura que para aquellos que aún están en fase de desarrollo.

Financiación inicial

Una de las formas de financiación en la que podemos apoyarnos en los inicios de la empresa es la conocida como las 3F (friends, family and fools). Un proyecto basado en conseguir que parte de nuestros amigos, familia y locos inviertan en nuestro negocio, ya sea prestándonos dinero o comprando participaciones. La clave, sin duda, es contar con gente de total confianza para nosotros. En este mismo sentido, los préstamos online también facilitan ese primer impulso económico que toda startup necesita. Son alternativas flexibles de obtener crédito, sin embargo, hay que ser responsable y asegurarse de que se podrá devolver la cantidad solicitada dentro de los plazos marcados.

Financiación bancaria y subvenciones

Para optar a otras modalidades, necesitaremos de un modelo de negocio que muestre los buenos resultados y de un plan que presente la proyección de la empresa a medio y largo plazo. La financiación bancaria es otra de las opciones pese a la mala situación que atravesamos en los últimos años. Las pólizas de crédito y los préstamos subvencionados son productos financieros interesantes para adquirir activos. Otra opción es acceder a subvenciones de administraciones públicas, aunque éstas requieran de una gran inversión de tiempo en procesos muy complejos.

Inversión privada y capital de riesgo

Cuando nuestro proyecto se encuentra en una fase más avanzada podemos acceder a los business angels o inversores privados que además de ofrecer su amplia experiencia y su red de contactos, pueden aportar cierta cantidad de dinero a cambio de un porcentaje de nuestro negocio. El capital de riesgo resulta interesante para aquellos proyectos que se consolidan con el paso del tiempo. Sociedades especializadas de inversores privados cuyo objetivo es obtener crédito económico a través de porcentajes de la empresa.

Préstamos participativos y crowfunding

Cada vez más startups consideran los préstamos participativos una mejor vía de financiación. Estos préstamos imponen intereses ligados a los beneficios de la empresa y se conceden a medio o largo plazo. Por su parte, el crowfunding, muy popular en los últimos años como vía para obtener el apoyo económico que requiere una startup, pone en contacto a inversores con emprendedores. Normalmente, el emprendedor recibe donaciones de los inversores a cambio de diferentes tipos de compensaciones. Puede no ser adecuado para todo tipo de negocios, pero parece que tiene grandes posibilidades para los más creativos.

Formas de financiación alternativa

Existen otras vías que no requieren de transacción monetaria. Los socios y partners estratégicos son una alianza perfecta para empresas, sobre todo de sectores tecnológicos, que necesiten suplir las posibles carencias que aparecen durante el proyecto. Básicamente intercambiaremos productos o servicios a modo de trueque, modelo que con la crisis se encuentra en alza, u ofreceremos un porcentaje de nuestra compañía o experiencia por los servicios prestados.

Es fundamental conocer la gran cantidad de formatos de financiación a los que podemos recurrir según los intereses y necesidades de nuestro negocio para que el proyecto crezca y tenga futuro a medio y largo plazo.