España, abocada a otra reforma fiscal tras hundirse los ingresos

Sociedades ha recaudado sólo 436 millones hasta julio, frente a los 25.000 millones previstos por el Gobierno para todo el año. Junto con el IRPF, la caída de ingresos suma 3.445 millones.

La recaudación tributaria en España funciona en estos momentos a dos velocidades bien distintas. La recuperación del consumo está provocando que los ingresos por IVA e Impuestos Especiales crezcan a buen ritmo. Sin embargo, el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y el Impuesto sobre Sociedades atraviesan la situación opuesta y retroceden. De hecho, en el caso de Sociedades, más que un retroceso se trata de un hundimiento.

Pese a que el Producto Interior Bruto (PIB) vuela a velocidad de crucero a la cabeza de las grandes economías europeas, la recaudación impositiva desciende. Hasta junio, España creció a un ritmo del 3,2%, impulsada por el consumo y las exportaciones. Sólo en el segundo trimestre, el PIB avanzó un 0,8%, el doble que Alemania y años luz por delante del 0% registrado por Francia e Italia. Además, en los últimos doce meses el paro ha bajado en 370.459 personas y los trabajadores afiliados a la Seguridad Social han aumentado en más de medio millón. Y sin embargo, se recaudan menos impuestos. En concreto, 7.966 millones de euros menos en concepto de ingresos no financieros en los siete primeros meses del año, en comparación con el mismo periodo de 2015. Esto supone un retroceso del 6,3%.

Entre los principales motivos para este descenso se encuentran la entrada en vigor el pasado enero de la segunda parte de la reforma del IRPF y un Impuesto sobre Sociedades que pide a gritos una revisión sustancial. Tanto es así que el Gobierno ya anunció a principios de verano un endurecimiento de este tributo para aumentar su recaudación en 6.000 millones de euros en 2017.

En plena pugna con Bruselas para lograr una flexibilización de los objetivos de déficit, el ministro de Economía, Luis de Guindos, prometió en julio a sus colegas del Ecofin cambios en Sociedades para garantizar que el déficit se sitúe por debajo del 3% el año próximo. Aunque en principio se trataría simplemente de adelantar un año los pagos que hacen algunas empresas, no es descartable una reforma más en profundidad del impuesto, a la vista de los malos datos de recaudación.

En este sentido, el propio De Guindos reconoció esta semana que el déficit público «no va bien este ejercicio» y calificó de «imprescindible» la reforma de Sociedades para cumplir con Bruselas. «La recaudación de Sociedades va mal. Se había proyectado que rondara los 25.000 millones y no se va a cumplir si no se toman medidas», aseguró el máximo responsable de Economía.

La realidad es que los ingresos por Sociedades han sufrido un descalabro en los siete primeros meses del año, hundiéndose un 85%. Si entre enero y julio de 2015 la recaudación por este impuesto fue de 2.997 millones, en el mismo periodo de este año ascendió a apenas 436 millones. Hacienda lo achaca en parte al descenso de los pagos fraccionados por los cambios normativos y cree que estos ingresos se recuperarán en los próximos meses. Si sumamos la bajada en los ingresos por IRPF, la caída en la recaudación asciende a 3.445 millones de euros: 884 por IRPF y 2.561 por Sociedades.

El problema es que la parálisis institucional que atraviesa España ha retrasado la reforma de Sociedades, casi el único camino para atajar el déficit y cumplir lo pactado con la Unión Europea. No obstante, el Gobierno en funciones tiene ya preparado el decreto y podría presentarlo al Congreso de los Diputados en las próximas semanas.

En cualquier caso, se trataría de la enésima reforma de Sociedades, aunque en esta ocasión se buscaría el objetivo contrario al de los últimos años. Según el último informe anual de recaudación tributaria, los cambios normativos en Sociedades desde 2013 no han hecho más que disminuir la recaudación de este tributo. El impacto de estas modificaciones fue de 3.041 millones de euros el pasado año, de 1.277 millones en 2014 y de 434 millones en 2013. Es decir, 4.752 millones menos de recaudación en tres años.