Empresas
Factoring internacional, negocios seguros en el extranjero
Bravo Capital lanza este nuevo producto, que permite a sus clientes asegurar el pago de las facturas que emiten a compañías foráneas.
Bravo Capital acaba de lanzar al mercado un nuevo producto: Factoring internacional, una herramienta que ayuda a las empresas exportadoras a garantizar el pago de las facturas que emiten a empresas extranjeras. Josep Sellés, director de Factoring y Supply Chain Finance de Bravo Capital, explica el procedimiento y las ventajas de las que se pueden beneficiar las compañías, especialmente las pequeñas y medianas.
Si para una empresa ya es complicado analizar el riesgo que asume cuando vende a clientes domésticos, lo es más si la compañía está situada en el extranjero. Las compañías especialmente las pymes, necesitan ayuda. Para ello, Bravo Capital pone ahora a su disposición una nueva herramienta: el factoring internacional.
¿Y pueden confiar en que estas entidades extranjeras pagarán?
El mundo del factoring internacional está organizado a través de una cadena, una asociación, llamada Factors Chain International (FCI) que, con una experiencia de casi 50 años, ha creado unas reglas a las que todos los miembros están sujetos y que regulan las obligaciones de unos y de otros, para evitar situaciones de impago. Bravo Capital forma parte de esa cadena, lo que nos permite contactar con más de 400 entidades de financiación en más de 80 países. Son ellas las que analizan la calidad de riesgo del deudor de su país y nosotros lo trasladamos a nuestro cliente. Es la entidad que asume el riesgo la que también se ocupará de gestionar el cobro con el deudor, haciendo el necesario seguimiento una vez la factura ha vencido y no se ha pagado. Se trata de una garantía que cubre el 100% del valor de la factura.
Pero todo este proceso debe ser muy caro...
Hablar de caro o barato es complejo porque debemos considerar el servicio en su conjunto. No tendrá el mismo precio un deudor en Alemania que uno en Grecia. Francamente, no creo que el precio haga desistir a una empresa que esté interesada en asegurar sus ventas, su crecimiento y en tener una cartera de clientes saneada. Además, soportar un impago o una demora en la recepción del cobro le puede suponer un coste mucho más elevado. Dado el impacto que puede tener en la empresa, no creo que debamos verlo simplemente como un coste.
¿ El seguro de crédito y el factoring son competidores?
Son dos alternativas que, aunque comparten algunas ventajas y desventajas, son diferentes, pero, a veces, también complementarias. De hecho, no es extraño encontrar operaciones de factoring basadas en una póliza de seguro de crédito, ya que el primero puede cubrir el riesgo-país –algo que no hace el factoring–. Aplicar una u otra modalidad dependerá del país al que se realiza la exportación. El riesgo que se asume si la factura se emite a una empresa francesa no es el mismo que si la compañía es ucraniana, por ejemplo. Por su parte, también hay que tener en cuenta que el seguro de crédito no cubre el 100% del valor de la factura, ni tampoco gestiona su cobro y, pese a que cubre posibles indemnizaciones, éstas se cobran más tarde que con el factoring.
¿A qué perfil de cliente va destinado este producto?
A cualquier empresa que venda sus productos o servicios en el exterior.
¿Han notado una mayor actividad exportadora por parte de las compañías españolas?
Por supuesto. Ya, desde el inicio de la crisis en España, muchas empresas vieron su salvación en el sector exterior. Y no sólo han mantenido la cifra de ventas, sino que la han incrementado.
¿Qué objetivos esperan conseguir con este instrumento de financiación?
Apoyar a nuestros clientes, ayudar a las empresas a crecer a hacer buenos negocios y aportarles valor con nuestros productos.
¿Qué consejo les darían a las empresas desde el punto de vista de la financiación?
Que tengan visión de futuro y, por tanto, que diversifiquen sus fuentes de financiación. Y, por supuesto, que vengan a Bravo Capital, les ayudaremos a crecer.
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