Doha
Jaime García-Legaz: «Exportamos más productos y con más valor añadido»
– ¿Qué expectativas tiene la delegación española de cara a la Conferencia Ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC) de los próximos días?
–De entrada, no tenemos mucha confianza en que la reunión vaya a terminar con éxito. El gran objetivo para nosotros es lograr un acuerdo en lo que en la terminología de esta Organización se llama la facilitación del comercio. Al contrario que en ocasiones anteriores, el paquete agrario no es una amenaza para el éxito final de esta Conferencia.
–¿En qué consiste la facilitación del comercio y por qué tiene tanto interés para España?
–Consiste en eliminar o reducir las barreras de todo tipo que dificultan el libre comercio. Para España es muy importante porque llevamos a cabo una política ofensiva en materia de exportaciones. De ahí que seamos partidarios de que se eliminen cuantas más barreras y obstáculos, mejor.
–Esta Conferencia Ministerial es clave para la propia OMC porque cada vez son más los que dudan de su utilidad. Por otro lado, en los últimos años han aumentado los acuerdos bilaterales. ¿Qué opinión tiene España al respecto?
–La posición oficial española es a favor del multilateralismo: queremos que el comercio se liberalice de forma multilateral. Estamos a favor de la OMC. Sin embargo, desde que en noviembre de 2001 se lanzó el actual proceso negociador en Doha, conocido también como la Ronda del Desarrollo, no se han logrado avances sustanciales y la OMC se ha convertido en una vía estancada y no precisamente por culpa de los países desarrollados, como la UE y Estados Unidos, a los que tantas veces se ha culpado de frenar la liberalización comercial, sino por culpa de los emergentes. En este contexto, ni la UE ni España pueden quedarse cruzadas de brazos, esperando que lleguen los acuerdos multilaterales. Por eso, ante el fracaso de esta vía, hemos apostado también por la negociación y los pactos bilaterales...
–Efectivamente, durante los últimos años se han multiplicado estos acuerdos, bien entre países o entre bloques regionales. Y hay más iniciativas en este sentido...
–La dinámica en la que ha entrado el comercio mundial ha hecho que la carrera en los acuerdos bilaterales sea imparable porque nadie quiere quedarse atrás. Y es una pena que la vía multilateral se haya paralizado en los últimos quince años, porque el bilateralismo a quien beneficia de verdad es a los grandes, mientras que perjudica a los pequeños y menos desarrollados.
–¿Qué pasará con la OMC, si fracasa esta Conferencia Ministerial y termina sin un acuerdo?
–Pues que quedará muy tocada y cuestionada. La OMC está en un momento existencial crítico: o resuelve algunos de los temas clave que están encima de la mesa o quedará muy cuestionada. Roberto Azevedo, su nuevo director general, ha hecho un buen trabajo hasta ahora en los tres capítulos esenciales que he citado antes: la facilitación del comercio, el capítulo agrario y las medidas de apoyo al desarrollo. Pero todo va muy abierto.
–¿Se puede decir que las exportaciones españolas van como un tiro?
–Según los últimos datos que se han hecho públicos nos mantenemos en la tercera posición de la clasificación mundial de crecimiento de las exportaciones, después de China y del Reino Unido. Sin embargo, en el caso de estos dos países su aumento se ha debido a la devaluación de sus monedas, mientras que en el caso de España se ha conseguido a pesar de la fortaleza del euro. Las exportaciones agroalimentarias se están comportando fenomenalmente. También, quiero destacar que además del aspecto cuantitativo hay una parte cualitativa muy importante, porque cada vez exportamos más productos que tienen un valor añadido más alto.
–¿Cuándo se aplicará el Plan Estratégico de Internacionalización?
–Estará listo en febrero. Incluirá medidas para fomentar las exportaciones a corto plazo, pero sobre todo está pensado para que sea efectivo a medio plazo.
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