Economía

José Elías, empresario: “Gestionar una empresa de tres trabajadores es más difícil que una de 1.000”

El multimillonario emprendedor reveló el motivo por el que muchas empresas pequeñas mueren en España y no tienen éxito

José Elías
José ElíasCreative Commons-Google

"Hace 100 años, España era un imperio. Hoy, un americano no sabe ni dónde estamos". Con esa frase resumió José Elías la situación actual de España. El propietario de algunas empresas de renombre como Audax Renovables y La Sirena acostumbra a manifestarse en todo tipo de temas que afectan a la sociedad y economía española basando sus opiniones en su trayectoria empresarial. "No soy optimista con España y no es por falta de recursos", afirmó sobre el país a nivel general.

El multimillonario empresario reflexiona sobre temas que afectan a España a nivel general, pero también sobre algunos que marcan a algunos sectores concretos. En una publicación en su cuenta oficial de 'X', analizó los distintos tipos de empresas en España y reflexionó sobre el motivo por el que muchas no tienen éxito y salir adelante se convierte en un imposible.

¿Por qué muchas empresas mueren en España?

El empresario fue directo al grano en su mensaje en redes sociales: "Gestionar una empresa de tres trabajadores es más difícil que una de 1.000. Por eso muchas empresas pequeñas mueren". No se quedó ahí, sino que explicó los motivos por los que hay una considerable diferencia entre las empresas grandes y las más pequeñas: "Cuando gestionas a 300 personas, tienes inercia. Incluso los más desordenados saben lo que tienen que hacer".

Al tener más trabajadores, todo está más establecido y los problemas en el día a día son menores. Lo ejemplifica así: "La rueda ya gira sola y la estructura se sostiene". La organización y las tareas están más marcadas y es complicado que falle algo. José Elías desveló los tres problemas principales a los que se enfrentan las empresas cuando apenas hay tres trabajadores en el día a día. Son los siguientes:

  • Todo el mundo hace de todo.
  • No hay roles definidos.
  • El día a día es mucho más complicado y caótico.

La evolución natural de las empresas

José Elías lanza un claro aviso e incide: "Es la parte más jodida de todas. Por eso muchas empresas pequeñas mueren en esa fase". Sin embargo, pide no desfallecer y emprender: "Aun así, te animo a que pases por ello". El exitoso empresario señala que alcanzar el éxito no es algo sencillo y que las empresas necesitan un proceso natural para poder crecer y asentarse: "La única forma de llegar a tener 1.000 trabajadores es haber pasado por ser tres primero".

Señala que las empresas no son rentables desde el primer momento y que, si se quiere llegar a la fase de beneficios, hay que aguantar los malos momentos: "Para llegar vivir más o menos bien, tienes que empezar desde cero y comerte esa etapa". Muchas empresas no la superan por la falta de fondos, pero José Elías pide no rendirse. Concluye con un mensaje para todos los empresarios que estén en un momento difícil: "Aguanta. Todos pasamos por ahí. Es el único camino para crecer de verdad".

Alerta sobre contratar a familiares

El empresario también lanza un aviso sobre mezclar familia y trabajo: "Contratar a la familia es una trampa emocional. Casi siempre sale caro". Señala una repetida situación: "Todos hemos padecido una crisis o un mal momento. Y cuando ves que a alguien de tu familia le hace falta, hay que ayudar. Como empresario, mi forma de arrimar el hombro es echarles una mano y darles trabajo. Pero luego llegan los problemas".

Revela lo que, a sus ojos, suele ocurrir: "En la empresa eres el jefe, pero en casa sigues siendo el primo que viene a la paella. Y en cuanto te levantas de la mesa... empieza el corrillo: ¿Por qué ha hecho esto? ¿Por qué ha hecho lo otro? Qué mal lo ha gestionado...". Estas situaciones se repiten para los empresarios y no es algo sencillo de evitar: "Si pudiera evitarlo, lo evitaría, pero al final caes en la trampa: "Contratas por ayudar, no por necesidad propia, y acabas siendo jefe en la oficina y el criticado en la sobremesa". Cierra avisando: "Mezclar familia y trabajo puede parecer lo correcto cuando alguien lo necesita. Pero casi siempre termina siendo incómodo para todos".