Déficit autonómico
Deuda récord en las autonomías de PSOE y Podemos
Extremadura engorda su pasivo un 18,5% en el primer año de gobierno de la «pinza» de izquierdas. El Ejecutivo de Ximo Puig en Valencia dispara el débito en otros 3.100 millones de euros en sólo doce meses.
Extremadura engorda su pasivo un 18,5% en el primer año de gobierno de la «pinza» de izquierdas. El Ejecutivo de Ximo Puig en Valencia dispara el débito en otros 3.100 millones de euros en sólo doce meses.
La ausencia de Gobierno está complicando el control de las cuentas regionales, cuya deuda se encuentra en niveles récord y no deja de crecer a pesar de las continuas reprimendas de Hacienda. Salvo tres excepciones (Galicia, Baleares y Canarias), la deuda de todas las comunidades marca dígitos históricos en porcentaje de PIB y se halla en máximos en todas las regiones en números absolutos. Así, a junio de 2016, las autonomías acumulaban 273.199 millones de euros de deuda, una cifra nunca antes alcanzada en la historia. Sólo desde la crisis, tomando como referencia los datos de 2008, la deuda autonómica se ha cuadruplicado. El compromiso de austeridad ha saltado por los aires y muchas de la regiones han disparado el gasto, a sabiendas de que iban a recibir en julio, a cuenta de la liquidación del sistema de financiación de 2014, una transferencia adicional de 7.500 millones de euros por parte de Hacienda.
Sin embargo, no todas se han comportado como cigarras. Algunas han dado muestras de cierta austeridad. Es el caso de Baleares, cuya deuda apenas se ha incrementado desde las elecciones de mayo de 2015. Los apenas 331 millones adcionales acumulados hasta junio de este año con respecto al mismo periodo del año precedente suponen un aumento del 4% de su deuda. Baleares quizá sea la excepción entre las comunidades gobernadas por la pinza de izquierdas, con presidencia del PSOE gracias a los avales de Podemos y de sus marcas afines. El resto de las regiones donde aún se mantiene esta frágil «alianza» para que el PP no asuma el poder, de la que ya se ha descolgado Castilla-La Mancha, figuran entre las que más han elevado el gasto público.
El desfase de Extremadura
Extremadura es el más claro ejemplo del descontrol de las cuentas regionales como consecuencia de la situación de interinidad en la que se encuentra el Ejecutivo. La comunidad gobernada por el socialista Guillermo Fernández Vara con los seis votos favorables de Podemos a la investidura ha visto cómo su deuda ha crecido nada menos que un 18,5% en el año que lleva Fernández Vara al frente del Gobierno regional. Esto supone 628 millones más que al tomar las riendas del Ejecutivo autonómico, al pasar de los 3.391 millones acumulados en el segundo trimestre de 2015 a los 4.019 millones del pasado mes de junio y el 22,40% de su PIB. Pero Extremadura no sólo ha batido récords con la deuda, sino que acumula, además, uno de los mayores déficit entre las regiones a cierre del pasado mes de julio. De hecho, el desajuste de las cuentas públicas extremeñas supera ya (-0,99%) el objetivo que tienen que cumplir a final de año todas las comunidades (-0,7%).
Otra de las regiones que también ha disparado su gasto es Asturias, donde gobierna Javier Fernández con el apoyo de IU y la abstención en la investidura de los nueve diputados de Podemos. La deuda del Principado ha aumentado casi un 13% hasta los 4.278 millones de euros, casi 500 millones más que hace un año. La deuda asturiana ha pasado de representar el 3,2% de su PIB en 2008 al 19,50%, con lo que cada asturiano debe hoy 4.104 euros por los apenas 700 que adeudaba antes de la crisis.
Aunque, por deber, los que más deben –a excepción de los catalanes– son los valencianos, que adeudan 8.714 euros per cápita sólo en deuda autonómica. Y cada vez deben más, puesto que el Gobierno del socialista Ximo Puig, al que no le bastaban los 19 escaños de Compromís y necesitó los 13 de Podemos, ha elevado en 3.100 millones de euros la deuda en un año, un incremento del 7,73%. No es de los más elevados, pero con las negativas cuentas de la Comunidad Valenciana, en parte como consecuencia de las distorsiones del sistema de financiación, que deriva menos recursos que la media a esta comunidad, supone un lastre adicional, que deja la deuda valenciana como la más elevada en términos de PIB (41,70%), por encima incluso de la catalana (35,9%) y de la castellanomanchega (35,8%). La última de las regiones donde el respaldo de Podemos ha permitido un gobierno socialista es Aragón, donde Javier Lambán necesitó el apoyo de los 14 diputados de Podemos, con quien se suscribió un acuerdo programático que contemplaba un fuerte aumento del gasto. Eso se ha concretado en un aumento del 12,28% de la deuda desde la investidura de Lambán hasta 7.440 millones de euros, el 21,60% del PIB, mientras que en el año 2008 la deuda representaba apenas 4,3%.
Castilla-La Mancha, donde se ha roto el pacto entre PSOE y Podemos que ha permitido gobernar a Emiliano García-Page con 17 diputados entre ambas formaciones por los 16 del PP, es junto a Baleares donde menos ha aumentado porcentualmente el gasto en el último año (4,7%). Quizá esa sea una de las causas de la ruptura.
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